Si antes del partido contra la Real Sociedad ya estaba claro que el futuro de Benzema en el Madrid pasa por redimirse ante el PSG en la eliminatoria de octavos de final de la Champions, después de la despedida que tuvo el delantero francés en el Bernabéu tras fallar un gol cantado en el último instante sus posibilidades de redención han quedado reducidas al mínimo. Solo una transfiguración inopinada del atacante francés el miércoles en el Bernabéu le devolvería el favor de un público que hace mucho tiempo dejó de considerarle el delantero centro que el equipo blanco merece y necesita.

El de Zinedine Zidane lo tiene y su presencia en la formación titular ante el conjunto parisino no peligra, a tenor de lo dicho por el técnico tras la goleada a la Real. «No sé por qué hay pitos. La gente puede hacer lo que quiera. Lo que digo es que Karim ha tenido ocasiones y no ha marcado, pero lo importante es pensar que un día las meterá y cambiará su racha», dijo el entrenador madridista, que no convence a nadie con su obstinación en otorgar a su compatriota la condición de intocable, pese a que no pasa de sos dos goles en la Liga para un total de seis en lo que va de temporada.

Dolores de cabeza

Son sus peores registros desde su llegada en 2009 y solo algo parecido a la maravilla que ejecutó en el Vicente Calderón la primavara pasada en el partido de vuelta de la semifinal de Champions podría rehabilitarle ante todos los que piden su cabeza, que son mayoría en el estadio blanco en cada partido, anden las cosas torcidas o no, como fue el caso del sábado por la noche. No se le perdona ni una, aunque Zidane no se da por enterado.

Zinedine Zidane da instrucciones durante el Real Madrid-Real Sociedad / RODRIGO JIMÉNEZ (EFE)

La titularidad de Benzema no es, por tanto, lo que le provoca al técnico blanco los mayores dolores de cabeza. Probablemente lo que no deja de marearle es la conveniencia de repetir el equipo del sábado, a excepción del sancionado Carvajal, si quiere, como aseguró después, que ante el PSG entre el Madrid con la misma chispa y convicción que frente a la Real. Lucas y Asensio hicieron mucho por que así fuera, pero cuesta mucho trabajo creer que Casemiro y Bale vayan a quedarse fuera en la cita decisiva.

Equilibrio

El gallego y el mallorquín resultaron determinantes para dotar al conjunto madridista del equilibrio que necesitaba para recuperar su autoestima cara al miércoles, pero mantenerles va, al parecer, contra los principios de su entrenador. Con el despliegue de ambos en el esquema 4-4-2 que puso en práctica Zidane, el Madrid redujo a la nada a la Real, que vivió un primer tiempo sonrojante.

Cristiano Ronaldo lo aprovechó para adecentar sus números ligueros con tres goles, conseguidos todos en posición de delantero centro, lo que bien podría llevar al técnico a plantearse dejar en el banquillo a Benzema si, como parece, Bale es de la partida. No será el caso y seguirá esperando que Karim responda. Lo esperan también sus compañeros.

"Yo a Karim le veo muy bien. No tuvo suerte cara al gol, pero se asoció y creó espacios. A mí me encanta. Le silbaron pero es momento de estar todos juntos porque ahora es cuando la comunión ehtre equipo y afición debe ser más fuerte", declaró Lucas, mientras que Sergio Ramos pidió un buen recibimiento para el delantero dentro de tres días: "Debemos intentar dejar al margen de los pitos a cualquier compañero para que no nos afecten y estar al máximo nivel, que es lo que se nos pide siempre".