Philippe Coutinho volvió a escuchar silbidos pero esta vez no bajaron de las plateas del Camp Nou. El estadio Morumbí de San Pablo tronó de bronca con Brasil cuando terminó sin goles ante Bolivia el primer tiempo del partido inaugural de la Copa América. Los abucheos fueron para todo el equipo, pero "Cou" debió recordar recientes y amargas experiencias con el Barcelona. Solo que su reacción frente a la adversidad fue diferente. Sin Neymar en el equipo, asumió la condición de líder y encaminó al seleccionado en el segundo tiempo. Anotó dos goles, uno de penal y otro de cabeza tras un lanzamiento de Firmino. Recién entonces las quejas en las tribunas cambiaron por las ovaciones. Brasil terminó como justo ganador. El 3-0 despejó los fantasmas que todavía se alojan en ese estadio donde cinco años atrás Alemania vapuleó a la canarinha 1-7.

"Que el público te abuchee forma parte del fútbol", reconoció Coutinho al terminar el partido, mientras recibía los abrazos de alguno de sus compañeros. Los hinchas del seleccionado, reconoció, son exigentes, y mucho más si son locales y pagan una entrada para ver al equipo. "Quieren que juguemos bien". Por eso, un debut con una victoria en un torneo organizado por el mismo Brasil permite al menos ir creciendo de a poco y estar a la altura de lo que espera el entrenador, Tite. "Lo importante es estar fuertes para que podamos ofrecer nuestro mejor juego. Eso es lo que hemos hecho después de marcar el primer gol".

La Copa América por ahora no contagia a una sociedad más atravesada por los conflictos sociales y políticos. El mismo día del partido inaugural y ajenos a los fastos que contaron con la presencia del presidente Jair Bolsonaro en el mismo Morumbí, miles de brasileños salieron a las calles para protagonizar la primera protesta contra el Gobierno de ultraderecha por su intento de reformar el sistema de pensiones. Hubo manifestaciones en la misma capital paulista pocas horas antes del partido. Otra razón ha generado cierto desinteres por el debut: Neymar se quedó afuera del torneo por una lesión y en medio de un escándalo que no termina de dilucidarse.

En los papeles, Bolivia no representaba un desafío importante. Pero a pesar de las reiteradas llegadas , Brasil no pudo abrir el cerrojo dispuesto por un conjunto más débil. Neres y Richarlison se hicieron fuertes en las bandas. Firmino intentó colaborar con los volantes. Pero los esperados goles no llegaron. El portero boliviano Carlos Lampe parecía imbatible. Y para colmo, Coutinho no aparecía. Todo cambió en la segunda etapa. A los 50 minutos y con la ayuda del VAR, Brasil pudo abrir el marcador. En una jugada aparentemente anodina, el árbitro argentino Nestor Pitana accionó el vídeoarbitraje para sancionar con amarilla un manotazo del boliviano Fernando Saucedo al madridista Casemiro. "Cou" cantó su primera diana de penal y ganó la confianza que no había exhibido. Minutos más tarde reincidió y gritó su gol con todo el alma. Everton, el atante de Gremio, convirtió el tercero de los goles. A esas alturas, el minuto 85, el partido ya estaba completamente definido.

EL DEBUT DE MESSI

El equipo de Tite jugará el 18 de junio ante Venezuela en Salvador. Brasil no gana la Copa América desde 2007. Aquel torneo se disputó en Veneuzela. La selección verde y amarilla disputó su final ante una Argentina que había descollado a lo largo del torneo en el que se presentaba por primera vez Leonel Messi. Del otro lado estaba su compañero en el Barcelona, Ronaldinho. Contra todo los pronósticos, los brasileños se quedaron con el trofeo al vencer 3-0 a su rival histórico.

Es la quinta Copa América que disputa Messi. Argentina debuta este sábado ante Colombia. Si bien el mejor jugador del mundo asegura que la celeste y blanca no es candidata a quedarse con el certamen, todos los ojos de un país están puestos en lo que pueda hacer su capitán. Ha perdido dos finales por penales ante Chile (2015 y 2016). Millones de argentinos desean que esta vez pueda haber un final feliz.