Nada de grupitos sueltos. Nada de escisiones en el vestuario o distinciones entre veteranos y jóvenes, novatos y de la casa, españoles y extranjeros. Se acabó aquello de el clan de los portugueses. La plantilla del Córdoba al completo, incluyendo cuerpo técnico y staff médico, se reunió ayer para almorzar en el restaurante Con Acento, en el Vial Norte, con la intención de hacer piña fuera del vestuario. Aunque algunos, como Ekeng, no estarán en la foto oficial y alguna silla aún esté por rellenar, como la de Pedro Ríos, la sensación que transmite el grupo de unión no tiene ni punto de comparación con el plantel con el que el Córdoba pretendió lograr la hazaña de la permanencia en la élite la pasada temporada. "Juntos somos mejores", destacaba el entrenador, José Luis Oltra, cabeza visible del cambio. Nada que ver con algunos de los técnicos que le precedieron. Y es que, como dijo el poeta, nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.