«Todos hablan de extraterrestres en MotoGP. Pues no. Solo hay uno y es Marc Márquez. Es el mejor piloto del planeta». No es una opinión cualquiera en el paddock de MotoGP, es la opinión del no menos espectacular Cal Crutchlow sobre Marc Márquez (Cervera, Lleida, 17 de febrero de 1993).

Márquez Alentá (mamá Roser también tiene mucho que ver con esto) correrá este domingo, en Brno (República Checa), su gran premio nº 178, pero el nº 100 de MotoGP. Y, sí, Márquez ha destruido todos los pronósticos y estadísticas, reduciendo enormemente los récords de precocidad de los mejores ya en su primer año (2013), cuando se convirtió en el campeón del mundo más joven de la historia, con 20 años y 266 días, un año más joven que cuando lo logró el mítico norteamericano Freddie Spencer (21 años y 258 días). Márquez, que llega a Brno liderando el Mundial con 46 puntos más que Valentino Rossi (Yamaha), ha ganado cuatro de los cinco últimos títulos de MotoGP que se han disputado (el 80%), ha logrado la mitad de las poles (48, es decir el 48,4%), casi ha ganado la mitad de las carreras (40, el 40,4%) y es el principal inquilino del podio, al sumar ya 70 cajones (el 70,7%).

No le importan los números

Ni que decir tiene que a Marc Márquez todos estos números le traen sin cuidado, ni repara en ellos. Lo único que quiere es seguir divirtiéndose sobre la moto. No ha cambiado ni un ápice desde que debutó en el Mundial de 125cc (Portugal-2008), desde que consiguió su primera pole position (Francia-2009), su primer podio (Jerez-2009, tercero), su primera victoria (Italia-2010) o su primer título (Derbi-2010, 125cc). No hace mucho, tras abandonar el equipo Repsol Honda, el que había sido máximo responsable deportivo subrayó en una entre vista que «lo mejor de Marc es cómo es él como persona. Cuanto más talento tienen los pilotos, más poder tienen; y, cuanto más poder tienen, más difícil es trabajar con ellos. Pero Marc es buena persona».

Emilio Alzamora, mánager y descubridor de Márquez, le concede un mérito tremendo al cetro logrado el pasado año. «Fue una temporada durísima, de transición en Honda, que aceptó la propuesta de Marc de cambiar la configuración del motor pasando del screamer, donde las explosiones se producen con la misma frecuencia durante el giro del cigüeñal, al big bang, que ya llevaban nuestros rivales. Eso hizo que Marc, el equipo que dirige Santi Hernández y todos los jefes de Honda, de Yoshishige Nomura a Tetsuhiru Kuwata, pasando por Teruaki Matsubara, el ingeniero de motores de Marc, tuviesen que hacer un trabajo excesivo diría yo». «Ganar cuatro títulos de cinco posibles me parece una animalada, con perdón. Ya ni te cuento si todo comienza el año de tu debut (2013), sigues con récord de victorias en tu segundo año (13 triunfos en 18 carreras del 2014) y, tras perder un título por tu fogosidad, coraje y ganas (2015, a manos de Jorge Lorenzo, Yamaha), vuelves a vencer el año que cambian un montón de cosas (2016) y los triunfos se reparten entre nueve pilotos; eso sí, tú sigues siendo quien más gana».