La sesión dirigida por Manuel Robles este martes también ha tenido diversos nombres propios. Los dos primeros, cordobeses y buques insignia del primer proyecto del Córdoba CF planificado por los nuevos propietarios: Javi Flores y Bernardo Cruz. Tanto el centrocampista como el central se han quedado en El Arcángel trabajando en el gimnasio y realizando un entrenamiento específico para ambos. En cualquier caso, nada que les impida, en principio, continuar con la pretemporada con normalidad y acudir al Nuevo Mirador, este jueves.

Otro nombre propio ha sido el de Djak Traoré. El marfileño se encuentra integrado en el grupo prácticamente por completo y su lesión de cuádriceps, producida durante las eliminatorias de ascenso a Segunda con el Badajoz, parece entrar ya en el recuerdo. El mediocentro defensivo, en todo caso, siempre ha mostrado un extraordinario talante e incluso cuando ha estado fuera del grupo, como ocurrió en Montecastillo, ha dado muestras de muy buen humor y ser un elemento a tener en cuenta a la hora de hacer grupo.

El último nombre de la sesión es el de Iván Navarro, que ha cubierto dos tercios de la misma, pero ha tenido que retirarse en la última parte del entrenamiento al notar molestias en el pubis. Tampoco parece que, en principio, sea algo importante y aparentemente su adiós prematuro se ha debido más a la prudencia.

La sesión, que ha durado casi 90 minutos, se ha iniciado con unos rondos que han dado paso después a otra práctica de control de balón bajo presión y también de pase. Finalmente, Robles ha dispuesto un partidillo de fútbol reducido en el que se ha visto especialmente activo a Luismi Redondo, uno de los primeros nombres propios de la pretemporada y que está logrando hacerse un hueco en la primera plantilla, aunque en principio, mantendrá la ficha del filial cordobesista, por lo que el plan de firmar, al menos, a dos sub-23, se mantiene en pie e n la planta noble de El Arcángel.