La australiana Ashleigh Barty, última vencedora en Roland Garros, conquistó este domingo el torneo de Birmingham y se convirtió en la número uno del mundo al superar a la japonesa Naomi Osaka en la clasificación. Barty, de 23 años, se alzó con el título al derrotar a la alemana Julia Goerges (6-3 y 7-5) y este lunes aparecerá en lo más alto del ránking WTA.

La jugadora australiana completa unas semanas de ensueño después de proclamarse a principios de mes campeona sobre la tierra batida de París en lo que supuso el primer Grand Slam de su carrea. Barty se coloca en primera posición de la clasificación con 6.540 puntos, por los 6.377 de Osaka, que bajará hasta el segundo escalón.

Del críquet a la cima

Desde que se creó la clasificación solo una australiana había conseguido ser número uno. Lo hizo Evonne Goolagong, quien sostuvo el honor durante dos semanas en 1976. Barty es la tenista número 27 en subir al número uno de la WTA y lo hace tras una carrera marcada por la decisión que tomó a finales del 2014 de apartarse del tenis para jugar al críquet de manera profesional. Sin embargo, tras dos años de parón, decidió volver y ahora es la primera tenista del mundo.

Ha sido el viaje más increíble para mí y para mi equipo, dijo Barty nada más imponerse a Goerges. Siempre sueñas con un ser número uno desde niña, pero sabes que es casi imposible que algún día sea realidad, agregó emocionada por su éxito.

El camino de Barty hacia la cima ha sido poco convencional. Fue campeona júnior de Wimbledon en el 2014, pero decidió tomarse un descanso hasta el 2016. Comenzamos desde cero hace tres años y medio y ahora estamos en los más alto. Es increíble, valoró. Sin tiempo de celebraciones, Barty disputará esta semana el torneo de Eastbourne, última cita preparatoria antes de Wimbledon.