El Barcelona le dio la vuelta a la situación, por medio de Luis Suárez y Leo Messi, para ganar a un combativo Alavés (2-1), que dominó el marcador hasta el minuto 72, un triunfo sufrido y que permite a los de Ernesto Valverde mantener su ventaja al frente del Campeonato. Los vitorianos, el último equipo que ganó en el Camp Nou en la Liga (10 septiembre 2016, 1-2), fueron valientes y se quedaron con la miel en los labios. Con el 2-1, los alavesistas reclamaron en el minuto 87 un penalti por mano de Umtiti tras un disparo de Munir el Haddadi. Al dominio insistente y al juego de desgaste del Barcelona, el Alavés opuso mucha intensidad y una velocidad letal a la contra. Golpeó el equipo vitoriano ante cada error defensivo de los locales y si no se adelantó antes del minuto 23, fue por las grandes intervenciones de Ter Stegen. Los del ‘Pitu’ Abelardo, un viejo conocido en el Camp Nou, jugaron sus bazas con la velocidad de Rubén Sobrino y de Ibai Gómez. Los problemas del Barça se centraron en la defensa. Piqué tenía dudas y Umtiti no estaba fino. Además las coberturas de Rakitic no llegaban y con campo por delante, los alavesistas se encontraron en el mejor de los escenarios. Y así llegó el 0-1. En una incorporación al ataque de Umtiti, una pérdida y una rápida transición que concretó Guidetti con fortuna (min. 23). El plan del Alavés había funcionado y aún pudo incrementar su ventaja en un remate de Sobrino salvado por Ter Stegen (min.26).

A partir de entonces, el Barça puso una marcha más. Luis Suárez ya había tenido una buena ocasión en un remate detenido por Pacheco (min. 21), y posteriormente Iniesta también la tuvo (min.29). Había aguantado el Alavés y de la mejor manera el primer tiempo, el Barça no había encontrado la llave para abrir la meta vitoriana y llegó el momento de Valverde. El técnico azulgrana le dio un giro a la situación de una manera curiosa. En el minuto 52, puso en juego a sus dos laterales titulares: Sergi Roberto y Jordi Alba, que son además los mejores asistentes del equipo, por Semedo y Digne, esperando darle un vuelco al partido. Hasta entonces, el fútbol del Barça era muy plano. La inercia del partido invitaba al empate y llegó en una jugada por la izquierda de Andrés Iniesta y un centro al segundo palo donde Luis Suárez empalmó a la red (1-1, min.72), su octavo partido consecutivo marcando. Desde entonces y hasta el final, el Barça apretó los dientes y el Alavés cada vez estaba más arrinconado. En la recta final del partido, Leo Messi marcó el 2-1 en el minuto 84 en un magistral lanzamiento directo de falta que superó a Pacheco, una acción que nació tras una falta sobre Alcácer, que volvía desde una posición en fuera de juego.