El Barcelona prevé un mercado estival más agitado en el apartado de bajas que de altas, un periodo que dará comienzo a partir de la próxima semana y que se podría iniciar con los anuncios de las llegadas de Arthur (Gremio) y Lenglet (Sevilla).

Pese a que la negativa de Antoine Griezmann a firmar por los azulgrana y el consiguiente ahorro de 100 millones de euros podía animar al Barça a agitar el mercado, la estrategia de la entidad catalana es diferente.

La prioridad es aligerar la plantilla. Hasta el momento se han producido dos bajas, la de Gerard Deulofeu al Watford y la marcha de Andrés Iniesta, pero la expectativa es que se puedan producir más a partir del 1 de julio, el primer día del mercado estival.

La primera será seguramente la del central Marlon Santos, un prometedor defensa de 22 años que firmó el Barça del Fluminense hace un par de años a cambio de 5 millones y que esta temporada ha jugado como cedido en el Niza francés.

El Barça tiene ahora una oferta por Marlon procedente del West Ham por unos 15 millones de euros, prácticamente el triple de la inversión realizada por un jugador que llegó a actuar en el filial.

Más compleja parece la situación de Rafinha Alcántara. Fue cedido al Inter de Milán la pasada temporada, una operación que incluía una opción de compra fijada en 35 millones de euros y una fecha límite -antes del 30 de junio-, pero por el momento no se ha cerrado esta transferencia.

También es complicada la salida de André Gomes. El portugués, con una alta cotización y que llegó al Barça con la idea de convertirlo en un jugador de referencia, no ha respondido a las expectativas y está en todas las quinielas para abandonar el club azulgrana.

Por contra la marcha de Munir el Haddadi, que las dos últimas temporadas ha jugado como cedido (Alavés y Valencia), está más cerca como la de Aleix Vidal, pretendido por diferentes equipos y que en el Barça tampoco ha demostrado todo el potencial por el que fue fichado procedente del Sevilla.

El meta holandés Jasper Cillessen, que vive a la sombra de Marc André Ter Stegen, es otro de los grandes jugadores del Barcelona que está en el escaparate. El holandés reclama protagonismo, pero su cláusula es de 60 millones de euros y el Barça no parece dispuesto a negociarla debido al enorme valor que tiene el portero en la estructura del equipo.

En el apartado de altas, la llegada del talentoso brasileño Arthur podría producirse en los próximos días. El jugador del Gremio tiene perfil Barça y el equipo busca un perfil 'tipo Iniesta' para manejar la marcha del albaceteño.

Y también parece próxima la llegada del francés Lenglet, una incorporación que acarrearía la marcha del colombiano Yerry Mina, un jugador que ha aumentado su caché en este Mundial con los dos goles anotados con Colombia, pero que tiene unas características que no se adecúan al juego de los de Valverde.

Además del apartado de altas y bajas, el Barça parece construir una hoja de ruta basada en otros parámetros. Amenazado desde siempre por la marcha de sus jóvenes promesas, todos ellos con una asequible cláusula de rescisión (3 millones) que inmediatamente los pone en el mercado, el Barça parece que ha dado con la tecla.

Para convencer a los jugadores de las categorías inferiores, el mejor argumento ha sido la aparición en escena del técnico Francisco Javier García Pimienta, ahora entrenador del filial.

'Pimi', que ha trabajado con todos ellos en diferentes categorías inferiores, ha sido fundamental para que Riqui Puig o Abel Ruiz firmaran sus renovaciones, pese a las grandes ofertas que disponían.

Carles Aleñá, cuando se recupere de su grave lesión, empezará a sacar la cabeza en el primer equipo y por detrás Oriol Busquets, Òscar Mingueza, Miranda, Alex Collado, 'Chumi', Monchu, Guillem Jaime o Mate Morey seguirán empujando en la maquinaría de talentos de La Masía que parecía que desde la llegada de Sergi Roberto se había detenido.