El Barça asume que el aplazamiento de las elecciones es ya casi inevitable y trabaja en alternativas para poder votar lo antes posible. En la reunión con representantes del Barça, el Procicat y la Secretaria General de l'Esport no se ha autorizado ningún salvoconducto especial para los socios, que solo habrían podrían votar en ellas los que vivan en uno de los cinco puntos habilitados por el club en Catalunya. El confinamiento municipal impediría, por ejemplo, que los vecinos de L'Hospitalet pudieran cruzar la calle Riera Blanca para ir al Camp Nou. Según fuentes del club, sí que se ha planteado la modificación de la Llei de l'Esport para que se pueda activar el voto por correo, que no está recogido en los estatutos del Barça.

Carles Tusquets, como presidente de la gestora del Barça, tiene en sus manos el poder de decidir si mantiene la cita del 24 de enero u opta por el aplazamiento El Barça, como entidad privada, tiene potestad para tomar su propia decisión. La gestora fijó cinco puntos de votación en Cataluña (Camp Nou-Barcelona, Girona, Tarragona, Tortosa y Lérida) y cinco más en Madrid, Valencia, Sevilla, Palma de Mallorca y Andorra. Sin excepciones para poder romper el confinamiento municipal, la participación de los 110.000 socios con derecho a voto está seriamente comprometida.

Después del encuentro por la mañana con la Generalitat, Tusquets se reunirá este mediodía con su junta y a las 19.00 con los tres candidatos para decidir definitivamente qué hacer. Joan Laporta no queria oír hablar de postergar la cita con las urnas, y proponía alternativas como más sedes y días, mientras que Víctor Font y Toni Freixa se han mostrado partidarios de posponerlas si no se puede garantizar el derecho de participación y la seguridad sanitaria de los socios. Finalmente la interinidad del Barça, sin presidente desde la dimisión en octubre de Bartomeu, se mantendrá, dejando al club en fuera de juego, con carpetas urgentes como el mercado de invierno y los problemas de liquidez.