El tiempo se echa encima para todos. Se echa encima para Antoine Griezmann, a quien se le acaba su período de vacaciones legal, el argumento que ha esgrimido para no presentarse, tal y como le exigía el Atlético, a los entrenamientos el pasado domingo.

Se le echa encima al Barça, que ha intentado sin éxito fraccionar el pago de la cláusula de 120 millones. Y se le echa también a Valverde, que quiere empezar este domingo con la estrella francesa en su vestuario, a la espera de lo que suceda con el futuro de Neymar.

Por todas esas razones, y 12 días después de que la cláusula del delantero bajara de 200 a 120, el Barça está ultimando todos los detalles para ejecutar ese pago. Quizá sea este mismo viernes, desbloqueando un asunto que tenía en incómoda posición al futbolista, que agota sus días finales de vacaciones.

El enfado del Atlético, tanto con Griezmann como con el club azulgrana, al sentirse ninguneado porque la negociación entre ambos fue en marzo, como denunció en un durísimo comunicado, ha llenado de problemas el desenlace.

Entendía el club madrileño que tanto el "Fútbol Club Barcelona como el jugador han faltado al respeto al Atlético de Madrid y a todos sus aficionados", por lo que vía amistosa para facilitar el pago de la cláusula se cerró inmediatamente. La visita de Óscar Grau, el CEO azulgrana, al despacho de Miguel Ángel Gil Marín, el consejero delegado rojiblanco, resultó infructuosa.

De ahí, que el Barça, tras explorar todas las vías financieras, opte, tal vez, porque sea uno de los abogados del futbolista quien presente en la sede de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) el talón de los 120 millones que le convertiría en el segundo jugador más caro de la historia del Barça, solo superado por Coutinho. El club ya ha pagado variables por encima de los 120 que costó el brasileño.

Una vez esté depositado y tenga la conformidad de La Liga será cuando el Barça anuncie oficialmente el fichaje de Griezmann para las cinco próximas temporadas. Al francés le encantaría llevar el siete, un dorsal que pertenece ahora mismo a Coutinho, cuyo futuro en el Camp Nou sigue estando bajo sospecha. Es el número, además, que ha llevado siempre Griezmann en su carrera deportiva.

Debutó, eso sí, el delantero con el 27 con la Real Sociedad (temporada 2009-10), pero luego, durante las cuatro temporadas posteriores, ya lució el siete en Anoeta. El mismo que tuvo en sus cinco campañas con el Atlético. Idéntico dorsal le acompaña también con la selección francesa.

Valverde espera tener a Griezmann este mismo fin de semana cuando se pone en marcha el Barça. El domingo es el día para las pruebas médicas; el lunes, empieza el trabajo. El club, entretanto, diseña la presentación del francés, que no será sobre el césped del Camp Nou como sí ocurrió la pasada semana con De Jong. Tendrá que ser a puerta cerrada porque se está replantando la hierba del estadio.