La magia de Antoine Griezmann condujo al Atlético de Madrid a su tercera Europa League. Después de los títulos del 2010 y el 2012, el equipo rojiblanco volvió a coronarse en la segunda competición continental. No tuvo la misma fortuna en la dos Champions que tiró en las finales del 2014 y 2016. El Marsella no pudo frenar al fantástico delantero rojiblanco (0-3), que jugará en el Barça la próxima temporada.

No jugaban los culés la final de Lyón de este miércoles, pero sí había un tipo que el próximo curso será fundamental en los planes de Ernesto Valverde. Griezmann es una delicia, un jugador sensacional capaz de desnivelar cualquier pulso. Los 100 millones de su cláusula son muy apetecibles teniendo en cuenta el contexto del mercado actual. 'El Principito' formará un tridente estelar con Suárez y Messi. Pocos fichajes pueden existir más fiables que el internacional galo, que dejará un hueco muy difícil de cubrir en el Atlético. Simeone es el primero que lo sabe.

De Qarabag a Lyón

A un mes del Mundial, Griezmann necesitaba una noche como la de este miércoles, a 70 kilómetros de su Macon natal. Con sus dos goles de la final suma 22 en los últimos 24 encuentros, una barbaridad en un equipo como el Atlético construido desde la defensa. Nada pudo hacer el Marsella de Rudi García y Andoni Zubizarreta, que buscaba su primer título continental desde la Copa de Europa conquistada hace 25 años.

Cinco meses después después del batacazo en la Champions, el Atlético volvió a sonreír. Aquella eliminación en un grupo con el Chelsea, el Roma y el Qarabag, al que no fue capaz de ganar ni en Azerbaiyán ni en Madrid, fue indigna, pero Simeone se mantuvo firme.

El técnico resolvió las dos incógnitas utilizando uno de sus criterios favoritos: el físico. Lucas Hernández y Vrsaljko ocuparon los carriles en detrimento de los clásicos Filipe Luis, recién recuperado de su lesión, y Juanfran, que también ha pasado por varios contratiempos esta temporada. No estaba para concesiones el Cholo, que se vio desbordado en los primeros minutos por la movilidad del equipo francés.

Ocasión de Germain

Mereció más el cuadro de Rudi García en el primer tramo de partido, pero Valère Germain, una de las sabias adquisiciones de Zubi procedente del Mónaco, desperdició una ocasión inmejorable para adelantar al Marsella. El punta se quedó solo ante Oblak al recibir un gran pase de Payet pero su remate se marchó alto ante la imponente figura del meta esloveno.

Ese error acabó condenando al conjunto francés. Nunca es bueno hacer regalos en una final, pero si el rival es el Atlético esa realidad adquiere un significado trascendental. El error de Germain no fue la única concesión. En el minuto 21 el camerunés Anguissa, que hasta ese momento había estado espléndido, fue incapaz de controlar un balón enviado por Mandanda. El destinatario tampoco pudo ser peor para los intereses franceses. Griezmann no dejó escapar la oportunidad y marcó con su maestría habitual.

Germain falló y 'el Principito' no perdonó. Ese fue el resumen del primer tiempo. Sin hacer nada del otro mundo, sin ofrecer ninguna cohesión ni enlazar cuatro pases seguidos, el conjunto rojiblanco aplicó su fórmula favorita: rigor atrás, efectividad arriba y aprovechamiento máximo de las desgracias del rival.

Lesión de Payet

A ese listado se añadió la lesión de su estrella, Dimitri Payet, que llegó muy justo a la final. El mediapunta no quiso perderse la cita, arriesgó y solo duró media hora. También tocó el trofeo al saltar al césped, un gesto que suele asociarse con el mal fario.

Con una ocasión y un gol en el zurrón se plantó el Atlético en el descanso, dispuesto a desquiciar a su rival con su solidez habitual. No tuvo que sufrir demasiado el equipo rojiblanco, ya que su gran estrella apareció de nuevo para culminar un pase de Koke con un suave toque con la zurda (m. 49).

Torres, testimonial

Ni una hora duró la final de Lyón. Un cabezazo de Mitroglou al palo (m. 80) completó la colección de infortunios de un Marsella impotente y el capitán Gabi selló el tercero (m. 89) antes de la entrada de Torres por Griezmann.

La ciudad de Madrid ya tiene su primer campeón europeo. Veremos si el equipo de Zidane completa el doblete. El Liverpool lo intentará evitar el 26 de mayo en Kiev.

- Ficha técnica:

0 - Olympique Marsella: Mandanda; Sarr, Rami, Luiz Gustavo, Amavi; Anguissa, Sanson; Thauvin, Payet (Maxime López, m. 30), Ocampos (Njie, m. 55); y Germain (Mitroglou, m. 74).

3 - Atlético de Madrid: Oblak; Vrsaljko (Juanfran, m. 46), Giménez, Godín, Lucas; Correa (Thomas, m. 86), Gabi, Saúl, Koke; Griezmann (Fernando Torres, m. 90) y Diego Costa.

Goles: 0-1, m. 22: Griezmann, a pase de Gabi tras un mal control de Anguissa. 0-2, m. 49: Griezmann pica el balón ante Mandanda tras una asistencia de Koke. 0-3, m. 89: Gabi, de tiro cruzado dentro del área.

Árbitro: Bjorn Kuipers (Holanda). Amonestó a Sime Vrsaljko (m. 23) y Lucas (m. 77), por el Atlético de Madrid, y a Amavi (m. 38) y Njie (m. 77), del Marsella.

Incidencias: Final de la Liga Europa, disputada en el estadio Parc OL de la ciudad francesa de Lyon ante unos 59.000 espectadores, unos 10.000 del Atlético de Madrid y con clara mayoría de seguidores del Marsella. El argentino Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, siguió el partido desde un palco privado por la sanción que le impuso la UEFA por su expulsión en las semifinales ante el Arsenal, después de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo haya desestimado este miércoles la petición de medidas cautelares del Atlético.