El Atalanta, próximo rival del Real Madrid en los octavos de final de la Liga de Campeones, lleva ya años asombrando a Italia con su excelente organización táctica y su fútbol moderno y ofensivo, aunque podría llegar al cruce con el conjunto de Zinedine Zidane sin su capitán y líder, el argentino Alejandro "Papu" Gómez, cuya ruptura con el técnico Giampiero Gasperini podría provocar su salida en enero.

Desde que Gasperini tomara el mando del Atalanta en 2015, el club de la pequeña ciudad norteña de Bérgamo, a pocos kilómetros de Milán, ha tenido un crecimiento vertical que en poco tiempo le ha convertido en uno de los grandes de Italia y en un equipo que el año pasado alcanzó los cuartos de final de Champions y rozó las semifinales, en su primera participación absoluta.

Los colombianos Duván Zapata y Luis Muriel, el Papu Gómez y el esloveno Josip Ilicic son las estrellas de un equipo que encadenó dos terceras plazas consecutivas en la Serie A, con mejor delantera incluida (98 goles en la Serie A 2019-2020), y que se clasificó para los octavos de final tras acabar segundo en el grupo C, detrás del líder Liverpool.

En su camino fue capaz de ganar al conjunto Red en Anfield (2-0) y no falló en el cruce decisivo, cuando venció 1-0 al Ajax en Amsterdam para hacer historia con su segunda clasificación seguida a la fase de eliminación directa.

Duván Zapata, que marcó 52 goles en las últimas dos temporadas y media, es el terminal ofensivo de un equipo que practica un fútbol moderno, con jugadores polivalentes que saben compaginar perfectamente habilidad técnica, fuerza atlética y compromiso defensivo. Además, Muriel ya sabe lo que es medirse con el Madrid. Lo hizo cuando jugaba en el Sevilla y también dio una asistencia en una victoria sevillista por 3-2.

Gasperini alinea un 3-4-2-1 en el que también destacan los dos extremos, el holandés Hans Hateboer por la derecha y el alemán Robin Gosens por la izquierda, jugadores fuertes en defensa y siempre presentes en zona ofensiva. En particular, Gosens anotó diez goles el año pasado y ya lleva tres este curso.

El líder técnico de este espectacular proceso de crecimiento fue Papu Gómez, un ídolo absoluto de la afición del Atalanta que, sin embargo, vive el momento más duro de su permanencia en Bérgamo y que hasta podría dejar al club en el próximo mercado de enero.

El argentino, de 33 años, ha tenido un fuerte altercado con Gasperini hace dos semanas durante el descanso del partido europeo jugado contra el Midtjylland y se ha quedado fuera del equipo por decisión técnica este domingo en el cruce liguero ganado 3-0 al Fiorentina.

"Hay situaciones que se deben estudiar. Este año, tras dos temporadas, el rol del Papu, el de todocampista, en algunos partidos fue difícil de proponer para el equipo. Siempre debe haber confianza y disponibilidad. De no ser así, es más difícil para mí y para el jugador", afirmaba Gasperini este domingo al acabar el partido contra el Fiorentina. Unas declaraciones a las que contestó este lunes el Papu, con un mensaje que sugirió su adiós al cuadro de Bérgamo.

"Queridos aficionados del Atalanta, os escribo por aquí porque no tengo ninguna manera de defenderme y hablar con vosotros. Solo quería deciros que cuando me vaya se conocerá la verdad sobre todo. Vosotros me conocéis y sabéis qué persona soy. Os quiero, vuestro capitán", fue el mensaje publicado por el Papu en Instagram.