El Adesal va el último y se ha llevado unas cuantas decepciones en el curso. Nada con lo que no se pudiera contar en el exigente retorno a la Liga Guerreras Iberdrola. Tras los bofetones en el inicio (un punzante cero de cinco), el panorama ha empezado a cambiar. Lo ha hecho, obviamente, al ritmo de las victorias. La primera, en Oviedo en la Copa de la Reina; la segunda, en La Fuensanta ante el Porriño dentro del campeonato doméstico. Nadie quiere perder esa inercia. Una de las piezas clave del grupo, Asun Batista, lo tiene más que claro. "Si salimos igual que ante el Porriño, tenemos nuestras opciones contra el Salud", declaró a través de los canales oficiales del club.

La pivote malagueña ofreció un recital de defensa ante el equipo gallego. "Ganar supuso una alegría muy grande y un toque de motivación que necesitábamos para darnos cuenta de que todo el trabajo que estábamos realizando merece la pena", explicó la de Benalmádena, quien admite que la línea de marcadores negativos estaba haciendo mella en la moral del grupo.

"Eran muchas derrotas y con tantos entrenamientos no veíamos la recompensa, pero eso ha cambiado ahora y ya estamos pensando en el siguiente", dice. Y el siguiente es el Salud de Tenerife, un adversario inquietante en la cancha insular. "si salimos igual de fuertes, concentradas y unidas, tenemos nuestras opciones", advierte.

Un incentivo anímico

El factor mental se ha dejado sentir en el grupo que entrena Rafa Moreno. El triunfo copero en Oviedo ante un buen rival sirvió como argumento para incentivar la confianza en un Adesal que estaba tocado. El golpe recibido en casa ante el Morvedre, un enemigo directo en la pugna por la permanencia en la élite, necesitaba un rápido antídoto. Lo lograron del mejor modo: con victorias concluyentes y sensaciones muy positivas. La primera parte ante el Porriño fue de lo mejor en los últimos tiempos. Ese vídeo vale oro como elemento motivante.

"Durante la semana del partido ante el Porriño se respiraba algo muchísimo mejor en relación a lo que se estaba haciendo en cuanto a entendimiento y al final se pudo ver", confiesa la internacional en balonmano playa, de 27 años y una de las referencias en el Adesal. "Necesitaba un partido bueno y aportar”, reconoce, si bien desvela que “por asuntos personales, ya que estoy haciendo un curso de formación, llegaba muy agotada a los entrenamientos y me costaba estar al cien por cien; ahora estoy teniendo mucho más descanso”.