Zinedine Zidane y Florentino Pérez, técnico y presidente del Real Madrid, tienen un nuevo frente abierto: Álvaro Morata. En el último partido blanco ante el Sevilla, el internacional español se retiró muy contrariado al ser sustituido por Lucas Vázquez en el minuto 61. Según las imágenes de Deportes Cuatro y Jugones, de La Sexta, el delantero negó la mano a su entrenador cuando este intentaba saludarle tras su salida del rectángulo de juego.

Este partido podría ser el último de Morata con la elástica blanca en el Santiago Bernabéu. Tanto Manchester United como Chelsea, que bajararía una oferta cercana a los 70 millones, podrían ser el nuevo destino del canterano.

No es la primera vez que Morata se enfada por su situación. En la víspera de un partido contra el Nápoles, el ariete dejó claro que le "gustaría jugar más. Ahora tenemos que tratar de ganar la Liga y la Champions; después ya veremos si el entrenador apuesta por mí o no".

Además, según diversas fuentes, su casa en la urbanización de La Finca -valorada en más de tres millones- está en venta, lo que podría avisar de sus intenciones. Sin embargo, hace un poco más de una semana Morata trató de tranquilizar a la hinchada blanca: "Quiero jugar en el Madrid. ¿Quién no quiere jugar en el Madrid?. Si preguntas a cualquier jugador del mundo quiere jugar en el Madrid. ¿Cómo no voy a querer jugar en el Madrid? que he jugado aquí muchísimos años", recalcó.