Camisetas de Messi por todas partes. Niños ilusionados, tras la valla de seguridad y con los padres pendientes de la autoridad policial para evitar contravenir las medidas sanitarias para frenar la expansión del coronavirus. Banderas al aire, colgadas de las vallas. Colores azulgranas por doquier, y también blanquiazules de la Real Sociedad, que igualmente recibió este martes el cariño de Córdoba y de la provincia, y sintió esa cercanía en su hotel de concentración, al mediodía.

[Sigue en directo las evoluciones de FC Barcelona y Real Sociedad en El Arcángel]

Ilusión, mucha ilusión en una afición cordobesa que respondió con creces a la llamada de un torneo, la Supercopa de España, que precisamente a causa de la pandemia deberá disputarse a puerta cerrada mañana miércoles. Cientos de hinchas cordobeses se desplazaron a los aledaños de El Arcángel para recibir al autocar del FC Barcelona y, posteriormente, al de la Real Sociedad.

Cientos de aficionados esperan la llegada del autocar del FC Barcelona. / CHENCHO MARTÍNEZ

El Arcángel, que luce unas lonas muy vistosas en sus gradas para recibir a azulgranas y donostiarras, vistió este miércoles por la tarde sus mejores galas en los entrenamientos de ambos equipos, desarrollados por la tarde en el césped del coliseo ribereño. Los aficionados, fuera, felices de poder ver a pocos metros a algunos de sus ídolos, se volcaron con Leo Messi, quien, sonriente, les saludó al bajar del autocar y justo antes de acceder al estadio.

Dentro, el cierre era absoluto. Nadie, excepto el personal acreditado por los dos clubs, podía acceder para ver en directo los entrenamientos. Así que la emoción se trasladó a los momentos previos. Córdoba tiene ganas de fútbol y lo demostró este martes. Los pequeños apenas podían contener el aliento cuando la hilera de jugadores y miembros del cuerpo técnico del FC Barcelona iban entrando al campo.

Una niña, seguidora del FC Barcelona, asiste feliz a la llegada del equipo azulgrana a El Arcángel. / CHENCHO MARTÍNEZ

Una pequeña seguidora azulgrana, incapaz de estarse quieta, a sabiendas de que estaba viviendo un momento histórico en su corta vida, aferrada a su chaquetón -la ola de frío no dio tregua-, se escapó de los brazos de sus progenitores y lució su camiseta de Leo Messi. El astro argentino estaba presente en cada una de las caras de los cordobeses, quienes, tras acudir al recibimiento en el hotel de concentración, fueron prestos al estadio para no perderse ni un minuto de lo que ocurría en torno a la Supercopa de España en su ciudad.

¿Puede el coronavirus frenar la esperanza, la pasión por el deporte rey? El Arcángel demostró que tiene muchas ganas de espectáculos así, de desplegar sus pasiones, de acoger a los grandes del fútbol nacional y de extender esa mentalidad al resto de la ciudad, que acudió a la llamada del primer título del año en disputa. Y no solo los más pequeños. Entre esos cientos de aficionados había hombres y mujeres de todas las edades, sedientos de participar en esa fiesta colectiva que fue el regreso del FC Barcelona a Córdoba cinco años después.

Y unos minutos después, el silencio total, roto solo en ocasiones por los flashes de las cámaras de los fotógrafos acreditados. De la marabunta de los alrededores a un El Arcángel vacío, con sus 21.000 asientos sin ocupar. Una imagen muy simbólica de las consecuencias del coronavirus en la vida diaria y en el fútbol. El equipo de Koeman -y posteriormente la Real Sociedad- se ejercitó sin problemas en un césped que, pese a las lluvias y el fuerte frío que azotaron la ciudad califal, luce, y lucirá este miércoles, día del partido, un buen aspecto.

Todo está preparado para uno de los partidos del año en El Arcángel. Los equipos, listos para la batalla por un puesto en la final de la Supercopa de España. Los focos, al igual que los jugadores, tuvieron este martes su prueba de fuego para que nada falle, que todo esté en perfectas condiciones antes del gran duelo entre azulgranas y donostiarras. ¡Que siga la fiesta del fútbol en Córdoba!