Fukushima es el lugar escogido para el relevo de la antorcha olímpica de Tokio 2020. Esta decisión ha causado controversia a causa de los altos niveles de radiación de la zona que aún siguen preocupando. Fukushima fue devastada el 11 de marzo del 2011 tras un accidente nuclear provocado por un tsunami que causó graves daños a los reactores de la central nuclear. La iniciativa siembra inquietud: aún hay 371 kilómetros cuadrados de acceso restringido y unas 40.000 personas desplazadas de sus hogares, según los últimos datos del Gobierno regional.

La tradición de los Juegos Olímpicos marca que cada año olímpico, la antorcha salga desde Atenas (ciudad donde se disputaron los primeros Juegos) y siga el recorrido en el país donde se celebra la cita olímpica. Será el próximo 26 de marzo cuando la antorcha aterrice en tierras niponas, en la región de Fukushima.

PREOCUPACIÓN POR LOS NIVELES DE CONTAMINACIÓN RADIACTIVA

Las instalaciones de fútbol J-Village serán testigo del relevo de la antorcha, pero más allá de la celeridad del momento, lo que preocupa al COI y a Japón son los niveles de radiación que pueda haber aún en la zona, ya que las partículas radiactivas siguen en el aire. La zona de entrenamiento J-Village está situada a tan solo 25 kilómetros de la central nuclear de Fukushima Daiichi.

Desde Greenpeace se advierte a las autoridades japonesas que todavía hay zonas de alto riesgo de radiación, aunque desde Japón se ha transmitido un mensaje de tranquilidad. Según la organización, han detectado “los puntos calientes” de la zona de J-Village y no se corre peligro.

No obstante, las dudas no se han disipado. La controversia sobre si es seguro celebrar el relevo de la antorcha olímpica en una zona potencialmente peligrosa para los humanos sigue vigente. Greenpeace ha desaconsejado que se haga allí, pero el Ministerio de Medio Ambiente japonés asegura que la situación está bajo control.

LA ANTORCHA DE LA ESPERANZA

El Gobierno japonés quiere dar la oportunidad a una zona de su país que estuvo golpeada por el accidente nuclear y quieren aprovechar los Juegos Olímpicos para brindarles una alegría.

El recorrido de la antorcha olímpica pasará por los distintos puntos afectados por el terremoto. En Fukushima estará el equipo de fútbol femenino japonés, quien se encargará de llevar la antorcha hasta el próximo tramo. El momento estará cargado de simbolismo, ya que la selección japonesa ganó el mundial de fútbol del 2011, curiosamente el mismo año del tsunami.

Japón ha querido premiar a Fukushima, pero el riesgo de radiación pone en duda de si es seguro que se realice un evento tan importante en esa zona. La organización de Tokio 2020 no retrocede pero estará por ver si las presiones de ONGs junto a las de los expertos en materia radiactiva del propio país hacen que Japón.