Escalar una cima de 8.000 metros, defender una tesis doctoral ante un tribunal o estudiar una oposición son retos que una persona debe afrontar por sí mismo y desarrollando a la máxima potencia todas sus capacidades. Son procesos largos, que requieren mucha dedicación y cuyos resultados se ven a medio o largo plazo.

Cuando esos resultados van siendo positivos, la confianza en uno mismo aumenta. Pero además, cuando esos resultados causan buena impresión en los demás, ese ánimo intrínseco viene acompañado de mensajes de apoyo que, definitivamente, elevan su optimismo considerablemente para dar el último empujón.

Esto es lo que le está ocurriendo al Córdoba. La remontada que ha ejecutado el equipo de Sandoval en estas últimas 13 semanas le ha llevado no solo a tener una confianza absoluta en sus posibilidades, sino también ha recibir numerosas muestras de apoyo para culminar el reto del conjunto cordobesista. Los últimos mensajes los recibió ayer. Así, la plata olímpica en Río 2016, Lourdes Mohedano, animó a los jugadores y la afición a «animar desde el minuto 1 y reventar El Arcángel». Horas después, el extécnico cordobesista Pepe Escalante insistió en «llenar el campo de valientes y no dejarles solos en un encuentro tan decisivo como el del ascenso en Cartagena». El pasado jueves, jugadores que vistieron la elástica blanquiverde como Gaspar, Pepín, Alfonso Espejo, Hueso o Rafa Navarro, entre otros, también animaron al equipo desde el césped de El Arcángel y a principios de semana, el actor Ricardo Arroyo --Vicente Maroto en La que se avecina-- mostró su amor y cariño hacia el cordobesismo.