POSITIVO

Vuelta a lo normal y a lo que funciona

No se entendió el regreso de Razak a la portería. El ghanés es un buen portero, uno de la categoría, pero durante la Liga Kieszek demostró que había salvado situaciones y sumado puntos. De ahí que la inclusión de Razak, casi a contracorriente, fuera difícil de comprender. Para colmo, en su estreno liguero cometió aquel error en Valencia y dejó dudas en algún que otro gol. No tuvo trabajo el polaco ante el Zaragoza. Al menos, no excesivo. Curiosamente, tuvo más ocupación en cubrir todo el área que en paradas en sí. De ahí que ese error que, gracias a los cielos, no valoró el colegiado no se le pueda tener en cuenta. La caída de Dongou podría haber supuesto un antes y un después en la portería, ya que se hubiera abierto un debate del todo ficticio. Kieszek ha sido uno de los hombres destacados en la mediocre campaña del conjunto blanquiverde y éste no está para desaprovechar lo poco potable de lo que dispone. Ahora, a esperar a que al polaco no le haya afectado la decisión.

Una línea que podría marcar el camino

El Córdoba es el segundo equipo más goleado del campeonato. Ese terrorífico dato se debe a una conjunción de factores, en el que uno de ellos se centra en que no es, precisamente, contundente en el área propia. Si se elige una defensa de tres centrales con dos carrileros, que funciona, lo ideal es que esos tres del centro sean lo más dinámicos posible. Si además les adorna (a alguno) virtudes con el balón en el pie, mejor. Ante la falta de contundencia, dinamismo, orden, colocación y concentración. Esto último falló en el gol maño, pero en el resto de conceptos esa línea mejoró, por lo que es legítimo pensar que es un buen punto de arranque. Mejor no tocar o tocar lo menos posible. Justo con esos tres hombres -Caro, Luso y Cisma- el equipo puede dejar muchos metros de distancia con su portería, lo que favorece en la presión arriba que se hizo en la primera mitad. Y el equipo ha de estar por encima de nombres. Méritos.

NEGATIVO

Evolucionar y tocar otras líneas

Si esa primera línea debería tocarse ya lo justo y evolucionar, en el aspecto de construcción y ataque aún quedan asignaturas pendientes. La llegada al área rival continúa siendo deficitaria y aún se echa de menos a un medio con llegada a gol. Ahí entra en juego Markovic -con las lógicas reservas sobre su estado físico-, que podría actuar tanto por delante de ese trivote, detrás de un punta de referencia, en un tinte mucho más reservón o siendo uno de los dos centrocampistas por delante del medio posicional. Javi Lara aporta la posesión de balón y el pase para intentar superar la primera línea de presión y Aguza, un trabajo más gris, pero ninguno de ellos tiene la llegada como para acompañar a los dos de arriba y al carrilero de turno. Y el equipo necesita ese desequilibrio por dentro si quiere dejar de ser el cuarto equipo menos goleador de la Liga. Los números del mediocampo del año pasado y los de éste exigen esa búsqueda de soluciones. Los números y el objetivo de la salvación.

Piovaccari merece más espacio

«Algo está cambiando», comentó Rodri en zona mixtra tras el encuentro y después de disculparse por su feo gesto. Es verdad que anotar 10 goles en un equipo que ha marcado 27 y estar sólo tres por detrás de los anotados por Florin a estas alturas no debería generar dudas. Pero también es cierto que Piovaccari aporta a este Córdoba aspectos que el soriano no puede, por su perfil. ¿Podrían actuar los dos en algún encuentro, el italiano de referencia y el soriano de segundo punta, cayendo a banda, en donde se encuentra más a gusto? Podrían alternarse encuentros en los que el pichichi es titular indiscutible con otros en los que Piovaccari sea más beneficioso para el equipo con él, aprovechando su corpulencia y movilidad en una Liga que no destaca por centrales con excesiva calidad o velocidad. En cualquier caso, el italiano demostró que merece más espacio. Sí, el equipo apunta a que puede cambiar, pero puede y debe hacerlo en todas las líneas.