Una vez oficializado como nuevo director deportivo del Córdoba, el vallisoletano Alfonso Serrano tiene por delante mucho trabajo para armar una plantilla competitiva que tenga como objetivo ineludible el regreso a Segunda División, tratando de que el paso por la Segunda B quede en una sola temporada.

Sin embargo, y antes de que lleguen los primeros refuerzos, en los últimos días el Córdoba ha anunciado las salidas de Jaime Romero y Carrillo. El nuevo director deportivo tiene en cuenta que aún son 11 los jugadores con contrato; seis de ellos acabaron la temporada en el club blanquiverde. Marcos Lavín (que hizo un comunicado en sus redes sociales con sabor a despedida), Álex Quintanilla (que también quiere marcharse), Miguel Loureiro, José Manuel Fernández, Quim Araújo y Andrés Martín (que saldrá con casi total seguridad para que el club obtenga un buen rédito económico de su venta), a los que se unen cinco cedidos que regresan al Córdoba después del 30 de junio. Son los casos de Josema (que se marchará y lo hará en los próximos días u horas), Sebas Moyano (a préstamo en el Valencia Mestalla), Alberto Quiles (que se quedará en el Recreativo de Huelva si este club consigue el ascenso a Segunda en el play-off que actualmente disputa), Víctor Mena (en el Salamanca UDS) y Zelu (en la Cultural Leonesa).

Así las cosas, Alfonso Serrano deberá cerrar las salidas de Lavín y Josema, aclarar el futuro del resto de jugadores con contrato y valorar hasta qué punto futbolistas como Chus Herrero, Miguel Flaño o Piovaccari pueden aportar ese grado de veteranía y de jerarquía en el vestuario que al nuevo director deportivo blanquiverde le gusta tener en sus equipos.

También debe cerrar la contratación de un entrenador que asuma el proyecto en Segunda B y con el que deberá consensuar las primeras salidas y llegadas de jugadores.