Alejandro Valverde será el sábado uno de los atractivos en la clásica Milán-San Remo, prueba que afrontará antes de viajar el domingo hacia Barcelona para afrontar la Volta (del 25 al 31 de marzo), prueba que ha ganado en las dos últimas ediciones. El campeón del mundo tenía programada la Strade Bianche, carrera de un día también italiana que se disputó el sábado 9 de marzo, como primera clásica del año, pero un proceso febril le obligó renunciar a la prueba toscana.

Valverde debuta este año en el Tour de Flandes, una cita que tenía en mente desde hace varias temporadas pero que siempre, por una razón u otra, había tenido que aparcar. La prueba flamenca de los adoquines se celebra el domingo 7 de abril y el ciclista murciano precisa de kilómetros y fondo, en carreras de un solo día, para conseguir llegar a Flandes en plenitud de condiciones.

La Volta, a pesar de tener siete días de competición (dos de ellos de alta montaña) no reúne por las características jornadas de amplio kilometraje como sí ocurre con la Milán-San Remo, que se afronta con un total de 291 kilómetros por los 267 de Flandes. En la Volta, la próxima semana, la etapa más larga es la quinta, entre Puigcerdà y Sant Cugat del Vallès con un total de 188 kilómetros.