El partido del domingo es una final en toda regla, tanto para el Córdoba como para el Almería. Los blanquiverdes tienen varios problemas, sobre todo en el aspecto físico: las bajas confirmadas de Piovaccari, Caballero y Cisma y la seria duda de Héctor Rodas. El club insistió ayer en dejar la puerta abierta a la posibilidad de que el valenciano llegue al domingo, aunque no estuvo en la sesión de entrenamiento en la ciudad deportiva. Sí parece que Carrión podrá recuperar a Juli y queda en el aire el estado físico de Bijimine, que no viajó a Valladolid, aunque está entrenando con normalidad. Además, el conjunto blanquiverde lleva ya varias semanas viendo cómo el ambiente en El Arcángel ha ido deteriorándose, tanto por el fracaso deportivo de esta temporada como por los problemas extradeportivos generados por el club con aficionados y con algún foco de animación.

El ambiente en el rival es sensiblemente distinto.

La llegada de Luis Miguel Ramis ha dejado, aparentemente, todas las cuitas para el futuro y desde el club rojiblanco se apela a salvar la temporada como sea. El efecto Ramis se ha notado en el campo y en los resultados, a pesar de que los almerienses empezaron la nueva etapa con el tarraconense en el banquillo con una derrota en casa del líder con un gol de penalti de Roger. Pero en la primera parte de aquel encuentro ya se vieron algunos aspectos de lo que quería el nuevo entrenador. Más balón, intentar tener más fútbol y algo más de equilibrio. Lo consiguió claramente en la siguiente jornada, en la victoria ante el Alcorcón (3-1) y volvió a dar otro paso adelante al imponerse al Nástic en el Nou Estadi (0-1) con una asistencia de Fidel a Uche. El exblanquiverde no estará en El Arcángel por sanción, pero Ramis recupera a tres de una tacada: Azeez y Pozo tras superar sus lesiones, y Joaquín, que no estuvo ante el Zaragoza por sanción y que es fundamental para este Almería. De hecho, una de las notas destacadas de los rojiblancos ante los maños fue, precisamente, esa capacidad de reacción tras encajar dos goles en los primeros seis minutos de partido y, ya con empate a dos, aguantar 20 minutos el resultado con uno menos por la expulsión del extremo zurdo onubense.

La plantilla rojiblanca ha quedado hoy para hacer piña en una cena en la que estarán todos los jugadores con el cuerpo técnico que, además, vendrán acompañados a Córdoba por unos 300 seguidores. Quizás lo más preocupante para el Córdoba es que hasta la llegada de Luis Miguel Ramis, el Almería sólo había logrado un triunfo como visitante, en Lugo, y que el segundo haya sido, precisamente, con su nuevo entrenador en el banquillo. Además, este Almería ha logrado sacar puntos en Girona, en Alcorcón y en Valladolid, lugar de la última derrota cordobesista en Liga.

Esos siete puntos en los cuatro partidos que ha dirigido coloca al Almería de Ramis en el tercer mejor equipo de su Liga, por lo que los almerienses llegarán a El Arcángel con la intención de prolongar su efecto.