ÁLVARO AGUADO / UNOS METROS ARRIBA

Su entrada activó al equipo gran parte de la segunda mitad

La salida de Álvaro Aguado supuso una buena noticia para un Córdoba que intentó arrancar con José Antonio Reyes sin conseguirlo del todo y, una vez con el utrerano fuera, se quedó sin rumbo. El jiennense aportó idea, movimiento de balón, transición entre la defensa y el ataque y, sobre todo, movilidad, que se traduce en problemas para el que pretende defender. Eso sí, no como mediocentro ni con el utrerano en el campo. Con un doble pivote comprometido con la defensa a sus espaldas para poder desplegar todo lo que se le pase por la cabeza. Difícil con el utrerano.

PAWEL KIESZEK / EL MEJOR

La mejor noticia: sus paradas sirven para sumar puntos

Si se puede echar una vista positiva al excesivo trabajo de Pawel Kieszek, ante el Lorca y en El Arcángel, es que en esta ocasión, sus cuatro intervenciones -dos de ellas espectaculares- sí sirvieron para sumar puntos. De hecho, fue el responsable de la victoria que deja al equipo a tiro de partido de la salvación, por lo que es noticia que una excelente actuación del polaco -una más- sea noticia porque en esta ocasión sí que sirvió para algo positivo. A partir de ahora, el trabajo se centrará en que Kieszek no tenga tanto protagonismo como el que tuvo ayer en El Arcángel.

MANOLÍN CUESTA / EN EL PALCO

El máximo goleador cordobés en Primera, junto al consejo

El Córdoba volvió a realizar un gesto que prolonga el de esta semana, cuando se entregó el carné de oro a José Luis Navarro -el jugador que más veces ha vestido la blanquiverde- y a Manuel Ruiz «Queco», autor del himno del club. En este caso fue con Manolín Cuesta, máximo goleador cordobés en Primera y uno de los nombres destacados en la historia blanquiverde, al que invitó al palco, en el que se sentó junto al consejero Manuel Garrido. Antes, Jesús León y Luis Oliver le entregaron una camiseta con el año de su debut y la insignia de la entidad blanquiverde.