Miles de aficionados del Elche celebraron en las calles de la ciudad ilicitana el ascenso a Segunda División logrado por su equipo ayer en la Ciudad Deportiva del Villarreal, apenas un año después de caer a Segunda División B. Durante toda la jornada, la mayoría de los edificios de la localidad, entre ellos algunos oficiales, aparecieron engalanados con los colores blanco y verde del equipo, pero fue tras el pitido final del partido en Villarreal cuando de desató la euforia.

Petardos, cláxones de coches y cánticos han acompañado la celebración en los dos principales puntos de la ciudad, la fuente de la Glorieta, en el mismo centro y lugar tradicional de festejos, y la explanada del estadio Martínez Valero, donde cientos de seguidores se habían dado cita, desde primera hora de la tarde, para seguir a través de las pantallas de los locales comerciales el desarrollo del partido La Glorieta se convirtió, tras el pitido final en Villarreal en el centro de las celebraciones espontáneas, ya que acudieron miles de aficionados tras el partido con camisetas, bufandas y banderas. No faltaron los cánticos de agradecimiento a Nino, héroe de la afición local, a José Rojo, entrenador del ascenso, el himno oficioso de la entidad ni las alusiones al Hércules de Alicante, eterno rival deportivo. También se vivió una gran fiesta por parte de los 350 seguidores desplazados a Villarreal, aunque algo empañada tras tener conocimiento del fallecimiento de un aficionado del Elche en un accidente de tráfico.