Había recibido varias ofertas, pero Abelardo Fernández, quiso darse tiempo hasta que, finalmente, se ha decidido por aceptar el encargo del Espanyol. Firma hasta final de temporada y llegará a la institución blanquiazul con su equipo de colaboradores de confianza. Iñaki Tejada, como preparador físico, y Tomás Hervás, como segundo entrenador. El entrenador asturiano se trasladará hoy mismo a la Ciudad Condal que conoce bien tras su larga estancia de ocho años como jugador del Barça, de 1994 a 2002, aunque su primera toma de contacto fue como olímpico en los Juegos de 1992 y aquella inolvidable medalla de oro con la selección,

Dos años después, el Barça pagó su cláusula de rescisión --275 millones de pesetas de entonces-- y se lo llevó del Sporting. Tras ocho años --dos ligas, dos copas y una Recopa-- jugó una temporada más en el Alavés, el equipo en el que ha brillado más como entrenador. Llegó a Vitoria en diciembre de 2017 para intentar lograr una salvación que logró para situar después al cuadro vitoriano en una cómoda mitad de la tabla, tras una primera vuelta entre los mejores, con varias jornadas en el liderato. Aunque quizá el mayor mérito de Abelardo como entrenador fue ascender a Primera con el Sporting forjado con futbolistas muy jóvenes de la cantera de Mareo y mantenerlos despuès en Primera División con el presupuesto más corto de la Liga.

Muchas ofertas

El Betis parecía el destino de Abelardo cuando decidió no seguir en el Alavés al final de la temporada pasada, pero el asturiano no llegó a un acuerdo. En las primeras jornadas de esta temporada fue tentado por el Celta para sustituir a Fran Escribá, pero el excentral tampoco lo vio claro. También descartó sustituir a Mauricio Pellegrino en el Leganés, y, sin embargo, ha aceptado el reto que se antoja más difícil al trasluz de los fríos números, salvar al Español, último de la Liga con 11 puntos, a cinco de la salvación, un reto muy similar que ya logró en el Sporting y en el Alavés.

Tras las etapas de David Gallego y Pablo Machín, Abelardo inicia la tercera apuesta en el banquillo blanquiazul con la ventaja y el inconveniente de dirigir a un equipo que ha tocado fondo. Abelardo ha apostado como entrenador casi siempre por un 4-4-2 de rápidas transiciones y valentía a la hora de adelantar líneas y una presión alta, aunque tanto en el Sporting como en el Alavés siempre ha sabido adaptarse al perfil de jugadores de los que puede disponer. En ese sentido, los propietarios del club le han prometido la llegada de entre tres y cinco jugadores en el mercado de invierno entre los que el nombre de Raúl de Tomás ha sonado con fuerza en las oficinas de la secretaría técnica del club Perico.