Algo más de diez semanas de convivencia artística de seis residentes que han trabajado en el Centro de Creación contemporánea de Andalucía en Córdoba (C3A) han dado ya sus frutos en la exposición ‘Vivir-juntos. Una puesta en común de las distancias’, inaugurada esta mañana y que estará abierta hasta el próximo 4 de abril.

Los seis jóvenes artistas, seleccionados por Jesús Alcaide, comisario de la muestra, han presentado creaciones de diversos materiales, diversos soportes y diversos enfoques (algunos han continuado líneas de investigación que ya tenían iniciadas, otros han centrado sus propuestas en el entorno en el que desarrollaban su trabajo y convivencia, el edificio del C3A junto al río, de grandiosa presencia, espacios sorprendentes y lleno de trucos interiores). La personalidad de los artistas y sus vivencias en Córdoba han dado lugar a una exposición muy diversa. El propio acto inaugural tuvo algo de caótico, pues tanto el director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC, con sede en Sevilla y matriz del C3A), Juan Antonio Álvarez Reyes, como el director del C3A, Álvaro Rodríguez Fominaya, cedieron el protagonismo a los autores, y el pistoletazo de salida se dio sin discursos ni formalidades, a salto de mata entre la contemplación de las obras expuestas y la charla con sus creadores. Y todo concluyó con una performance de Derek van der Bulcke, uno de los seis residentes.

En cuanto a los contenidos, el malagueño Timsam Harding propone otros modelos de conocer la ciudad “tardocapitalista” rompiendo con la rutina de los trayectos, y lo traduce en varias bellas esculturas hechas en gran parte con llantas de ruedas encontradas en el asfalto de esos trayectos tan repetidos. Claudia Ihrek hace una inmersión en la memoria histórica, casi arqueología, en la recuperación de la identidad de un familiar, con escenografía de símbolos masónicos y una bella escultura en la que la luz encuentra un filtro diferente.

Pablo Marte invita a reflexionar a partir de una investigación sobre la pasividad y el bulto, aquello que estorba y se opone a las lógicas frenéticas de la actividad capitalista, rompiendo con las fotos del espacio fijo y filmando el vuelo de una peluca -sí, una peluca- flotando en el azul del cielo sobre el río Guadalquivir. Mercedes Pimiento entiende la arquitectura y el urbanismo como anatomía, y pone en relación sus creaciones en cemento, cobre o plexiglás con la propia estructura del C3A. La argentina Florencia Rojas -la única que no puedo estar presente esta mañana- reflexiona sobre la fragilidad de la seguridad, con réplicas en cristal de las propias llaves del C3A y Dereck van der Bulcke se interroga sobre la codificación del flamenco, como una marca registrada exenta de ruido, visual y sonoro.

El mensaje es complejo, lo mejor es ir a verlo, disfrutarlo y, en su caso, identificarse con las propuestas dejándose llevar por su propia melodía o hacer el ejercicio de intentar entenderlas.