Escuchar el enternecedor diálogo de un piloto perdido en el desierto con un ser de otra galaxia; la atmósfera ingrávida del asteroide B-612; la brisa cálida del Sáhara; oír a un joven decirle «te amo» a una rosa, que esta le responda «yo también te quiero» y él le replique que «no es lo mismo»; percibir a una serpiente lamentar que «también se está sola entre los hombres», y a un zorro filosofar: «No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos».... ¿Y al sonido?

Porque la voz y la música han conseguido hacer realidad El Principito, la famosa obra del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry, sin pagar con la pérdida de su magia a cambio como tributo. La versión audiolibro de la que es una de las más famosas novelas de todos los tiempos se puede descargar en internet, una primorosa obra dirigida por la locutora y actriz de voz Vicky Tessio, madrileña de nacimiento pero con profundas raíces profesionales en Córdoba, ganadora de los prestigiosos Voice Arts Award, conocidos como los Oscar de la locución.

Tessio describe en la web oficial de VivaVoice.UKVivaVoice.UK, compañía de producción de audio, donde se puede descargar el libro, que ha abordado la recreación sonora de este clásico de la literatura universal «siguiendo el espíritu que inspira todas nuestras producciones: una cuidada selección de voces, un diseño sonoro en 3D y el apoyo de música original».

En este caso, la banda sonora es obra del cordobés Rafa Pacha, que en sus más de 40 años de dedicación a la composición musical ha trabajado en diferentes estilos y ha colaborado con Javier Paxariño, Alain Piñero, Manoel Macía,Kimmo Pörsti, Last Knight, The Samurai of Prog o The Guildmaster. Este año también ha visto la luz otro nuevo trabajo de Pacha, La luz de soñar, a mediados de agosto.

Vicky Tessio espera que quienes realicen este sonoro viaje al asteroide B-612 «disfruten de este audiolibro, y de su BSO, tanto como nosotros hemos disfrutado con su creación. Creemos que su mensaje y su magia siguen siendo no solo vigentes, sino del todo imprescindibles».