Cuando Juan Vernet empezó a estudiar el islamismo solicitó fondos para investigar qué motivos llevaron a esa civilización a pasar del esplendor al declive, que fue progresivo a partir del siglo XV. Cincuenta años después, se ha convertido en uno de los más prestigiosos islamistas de Occidente pero, reconoció ayer, sigue sin saber las causas de aquella decadencia que aún hoy sufre el mundo musulmán. Vernet (Barcelona, 1923) autor de libros cuyas aportaciones han sentado cátedra entre los islamistas, presenta estos días la reedición de Mahoma (Espasa), biografía del profeta publicada por primera vez en 1987 y que llega de nuevo a las librerías sin cambios de consideración.

"Mahoma fue niño huérfano y un hombre práctico, justo, imparcial, piadoso y de gran intelecto que tuvo revelaciones, repitió la palabra de Dios y creó una religión que se se ha extendido por todo el mundo". Así describe el autor a su personaje tras poner en duda su misticismo y rechazar con vehemencia que el profeta fuera un fanático. Frente a la tendencia generalizada en el mundo islámico, afirma que Mahoma sabía leer y escribir porque fue jefe de caravanas, lo que implicaba, añade, "comprar, vender y llevar el control de las mercancías".

Vernet, traductor, miembro de la Academia de la Historia y catedrático durante más de 40 años en la Universidad de Barcelona, publicó en 1974 una obra capital en la historia del mundo árabe y que en 1999 reeditó Acantilado con el título Lo que Europa debe al Islam . Ha traducido Las mil y una noches y su versión del Corán pasa por ser una de las mejores, quizá la mejor, en español. Sus conocimientos dan rigor a una interpretación sobre el islamismo poco acorde con las versiones al uso. "No hay integrismo ni misoginia en el Corán --insiste--; la situación de la mujer mejoró, aunque es cierto que la evolución no ha continuado, y los cristianos son tratados en él con respeto". Vernet considera que la musulmana es una religión en expansión --"Hoy tiene más conversos que el cristianismo"--, y dice estar convencido de que lo que separa a Oriente y Occidente es "el petróleo".