No es la primera vez que un director europeo realiza una nueva versión (remake) para Hollywood de la película que rodó en el viejo continente con producción y equipos técnico y artístico de su lugar de origen. Recordemos filmes como Funny Games de Michael Haneke, donde su creador hacía un «copia y pega» al otro lado del charco con reparto norteamericano. La cosa viene de lejos, por ejemplo: El hombre que sabía demasiado de Alfred Hitchcock.

Ahora es Hans Peter Moland, director noruego, quien vuelve a contarnos la misma historia que filmó en el 2014 bajo el título de Uno tras otro y que protagonizó entonces el intérprete sueco Stellan Skarsgard. El nuevo título (Venganza bajo cero) no me parece mejor, el cambio de protagonista sí que sumará espectadores, ya que el nuevo cabeza de cartel es Liam Neeson, un especialista en esto de encarnar a vengativos personajes reconvertidos de personas normales y corrientes después de sufrir una trágica injusticia. En esta coproducción entre Gran Bretaña y Estados Unidos, el protagonista es un ejemplar trabajador que pasa las horas en su máquina quitanieves facilitando el camino, durante las nevadas en las Montañas Rocosas, a los conductores.

El arranque de la cinta hace coincidir dos acciones paralelas: la entrega de una distinción honorífica como ciudadano ejemplar al protagonista, con un ajuste de cuentas por asuntos de drogas en que se ve envuelto su hijo. A partir de entonces, ante la impasividad del cuerpo policial para investigar la muerte del hijo (a quien toman por yonqui, al haber fallecido de sobredosis), el padre se convertirá en su vengador, introduciéndose en medio de dos bandas de narcotraficantes.

Aviso que hay tantos muertos en esta película, donde se mezcla suspense, acción, drama y humor, que si abandonan la sala por unos minutos durante la proyección para ir al servicio, al volver seguro que habrá algún personaje menos en la trama. Por momentos, uno puede encontrar ecos del cine de otros creadores como los hermanos Coen, Tarantino, Kaurismaki o Mcdonagh. Salvando las distancias.