La Sala Orive y el Patio Barroco de la Diputación muestran desde ayer una selección de obras del escultor salmantino vinculado a Córdoba Venancio Blanco centrada, principalmente, en la tauromaquia, el flamenco y la religiosidad, tres de los temas fundamentales en la obra de este creador. Con la presencia del artista, de 91 años, se presentó ayer esta exposición, fruto de la colaboración entre la Diputación y el Ayuntamiento, que en Orive muestra las piezas dedicadas al profundo sentido de la religiosidad de Blanco, mientras que la Diputación expone obras de temas taurinos, la figura humana y el flamenco. "Aunque pueda parecerlo, no se trata de una exposición retrospectiva", reconoció Nuria Urbano, comisaria de la muestra y responsable de la Fundación Venancio Blanco, que explicó que no hay un sentido cronológico ni se ha pretendido traer obras de los diferentes momentos de su trayectoria, "pero sí hemos querido establecer un diálogo entre espacios tan potentes y bellos como la Sala Orive y el Patio Barroco con la obra del artista", agradeciendo que ambas instituciones hayan hecho posible esta exposición, ya que se trata de obras de gran formato.

La Sala Orive recoge importantes piezas como El Cristo que vuelve a la vida , realizado en madera y propiedad de la Fundación Venancio Blanco, que es quien gestiona toda la colección del artista; La Sagrada Cena , que por sus dimensiones y toda ella realizada en bronce es quizá una de las sagradas cenas en escultura exenta más importantes que existen. "Conocemos grandes obras en torno a este tema, pero en escultura exenta y de 3,5 metros no se conoce nada en la historia del arte", señaló la experta. Esta obra ha sido cedida por la Fundación Mafre, que también ha prestado los bronces Santa Teresa, La Piedad, La Anunciación y La Virgen con el niño . La pieza más antigua de la exposición, un San Pedro de Alcántara que data de 1962, ha sido cedida por la Fundación Rodríguez Acosta de Granada y refleja "la valentía, juventud y hasta la inocencia del escultor que está descubriendo una materia como el bronce, que le va a acompañar a lo largo de toda su trayectoria", prosiguió Urbano. En esta sala sorprenden dos piezas, una de un toro bravo y otra que muestra a una bailaora flamenca, cuya presencia "no es casual" porque Blanco establece una relación "muy particular, personal y cercana" entre la muerte del toro en la plaza con la muerte de Cristo. "La religión, el mundo taurino y la música siempre han ido de la mano en su visión de la vida y del arte y por eso se hacen esos pequeños guiños".

Temas muy distintos son los que se muestran en el Patio Barroco de la Diputación, que expone obras relacionadas con el toreo, el deporte, la música, el flamenco o la figura humana. "Como gran dibujante que es, encuentra en cualquier tema una sugerencia y una fuente de inspiración", continuó la comisaria. Por su parte, el teniente de alcalde de Cultura, Juan Miguel Moreno Calderón, señaló que "tenemos la suerte de contar con uno de los grandes maestros españoles del siglo XX, por tanto estamos de enhorabuena", recordando la vinculación del artista con Córdoba a través del pintor Antonio Povedano. El diputado de Cultura, Antonio Pineda, destacó que esta exposición refleja "la importancia que tiene la colaboración entre las instituciones", agradeciendo a Blanco que siga mostrando "su talento y sabiduría" en la Escuela de Artes Plásticas de Priego.