La 44 edición de la Feria del Libro de Córdoba no ha satisfecho a los libreros participantes. Al menos, en cuanto a ventas se refiere. Esto ha sido lo explicado por la presidenta de la Asociación de Libreros de Córdoba (Aplico), Hermenegilda Moreno, que afirmó ayer, en el último día del evento, que «nosotros no estamos contentos con esta edición, sobre todo, porque económicamente no nos ha salido bien». La representante del gremio comentó que la actividad ha sido «bastante más baja» que el año pasado, a pesar de que «público siempre hay» y esto también les alegra.

Sobre las causas que se han podido encontrar detrás del resultado, detalló que «fundamentalmente ha fallado la publicidad, no hemos sabido decirle a la gente que esto estaba ocurriendo». En su opinión, «le ha pillado por sorpresa, porque han venido a hacer algo, pero no ha habido información». La responsabilidad de esta comunicación recae, según detalló, en la organización, que ha sido conformada por la propia Aplico, el Ayuntamiento de Córdoba y la Junta de Andalucía. Moreno precisó que «Aplico la ha reclamado», pero cree que la actividad «no ha llevado esa información que debe llevar y que este año tendría que haberse reforzado, porque venimos en una fecha que no es la habitual». En este sentido, manifestó que «hemos estado diciendo desde primera hora que no había comunicación, no hay carteles en ningún sitio», añadiendo que «la rueda de prensa se ha hecho tres días antes de que empezara» y «son dos veces contadas las que se han ido diciendo cosas».

Los libreros han optado por informar de forma particular a través de redes sociales, haciendo hincapié en el 10% de descuento para las compras. Por el momento, no tienen una estimación de la caída de las ventas, aunque la presidenta señaló que «hay compañeros que dicen que este año les va a costar el dinero, eso no es bueno para nada. Eso es lo triste». Así, hizo hincapié en que «esto es una de las primeras fiestas culturales en esta ciudad» y subrayó que «nos envidian, porque hemos logrado tener un nivel y una calidad de autores que no se tienen en otros sitios», pero «no hemos sabido trasladarlo fuera». En esta edición han participado 16 librerías, una más que en la anterior, y Moreno confirmó que «estamos muy contentos, cada año se van incorporando nuevas librerías».

Día del libro/ El próximo 23 de abril tiene lugar el día del Libro y este año las asociaciones de librerías de Andalucía han decidido celebrarlo el viernes 21 de abril. Hermenegilda Moreno informó de que en esta jornada les permiten sacar sus puestos a la calle sin necesidad de solicitar autorizaciones y, por esto, en Córdoba contemplan la idea de reunirse en un lugar público. De este modo, detalló que «como este año el día del Libro estará fuera de la feria, hemos decidido que lo vamos a celebrar como una fiesta grande del libro». «Saldemos a la calle con nuestros puestos a decir que las librerías estamos aquí», avanzó.

última jornada/ En cuanto a la actividad registrada ayer en la feria, el escritor barcelonés Alejandro Palomas protagonizó el último encuentro con los lectores con Un hijo, el libro que el año pasado le hizo merecedor del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil. La novela está siendo leída por jóvenes y mayores, y su autor explicó que «eso pasa porque no fue escrita para el público juvenil, era para adultos y tomó un poco ese túnel hacia ese tipo de público, vete a saber por qué. Se ha convertido como en una novela familiar, que comparten padres e hijos, y eso mola».

El protagonista de la historia, Guille, es un niño que expresa en el colegio que quiere ser Mary Poppins. Palomas detalló que «el caso curioso de Guille es que es un niño feliz dentro de unas coordenadas que, supuestamente, no deberían convertir a un niño en feliz sino en infeliz. Eso es lo extraño de esta novela y lo que más llama la atención». A esto añadió que, en su trabajo, «hay un trasfondo de dignificar al diferente, al frágil y, sobre todo, el valor de la vulnerabilidad reconocida que te hace más fuerte».

En esta línea, el escritor admitió que «yo era un niño muy vulnerable, muy, entre comillas, el que antes se iba a caer, y la vida ha demostrado que he sido el último en caer. Con lo cual, en vez de discriminar, creo que hay que valorar mucho más lo diferente». Acerca de la conexión que su obra ha logrado con los más pequeños, Alejandro Palomas también comentó que «el protagonista tiene 9 años y yo no tengo hijos, no tengo sobrinos, tuve que tirar de experiencia personal y de memoria. Como el protagonista habla en primera persona, conecta mucho con los niños y las niñas, pero conecta igual con adolescentes... Cuando escribes personajes que son como verdad llegan así, muy de verdad, y esto los lectores, de todas las edades, lo agradecen».

La segunda de las propuestas en la jornada de ayer fue la firma de libros realizada por el escritor Alejandro Cintado, con su obra Confesiones a la luna (ExLibric).