El director estadounidense Steven Soderbergh -Palma de Oro de Cannes con Sexo, mentiras y cintas de vídeo, en 1989, y Oscar al mejor director por Traffic, en 2000- eclipsó ayer con Unsane, rodado con un iPhone y exhibida fuera de concurso, la jornada a competición de la Berlinale, integrada por un filme de humor negro iraní y una larga reflexión alemana sobre la pubertad. Unsane, un psico-thriller con Claire Foy atrapada en la red fraudulenta de un seguro médico y también en las de un acosador, fue el plato fuerte en una Berlinale que ha visto ya catorce de las 19 aspirantes al Oso, pero sigue esperando su gran película.