Sergei Diaghilev, nacido el 31 de marzo de 1872 y fallecido en Venecia el 19 de agosto de 1929, conocido también como Serge, marcó la historia del ballet con sus innovadoras ideas y la creación de sus Ballets Rusos, una compañía de la que surgirían muchos bailarines y coreógrafos famosos.

Ya en 1907, cuando apenas era un joven veinteañero, presentó cinco conciertos de música rusa en París, y en 1908 se encargó de la producción de Borís Godunov, en la Ópera de la capital francesa, con Fiódor Chaliapin en el papel principal.

El éxito suspuso una nueva invitación para que volviera al escenario parisino al año siguiente con ballet y ópera. Fue el detonante para la fundación de sus famosos Ballets Rusos. La compañía reunió a los mejores coreógrafos y bailarines (Balanchine, Coco Chanel Fokine, Karsavina, Massine, Nijinska, Pavlova, Nijinsky), pintores (Bakst, Benois, Braque, Derain, Matisse, Picasso, Josep Maria Sert) y compositores (Debussy, Falla, Prokofiev, Ravel, Satie, Strauss) del momento.

El director artístico de los Ballets Rusos fue Léon Bakst, que trabajaba en conexión con Diaghilev desde 1898, cuando el empresario y Alexandre Benois fundaron el grupo 'avant-garde'Mir Iskusstva. Juntos desarrollaron una forma de ballet complicada, con elementos vistosos, que intentaba llamar la atención del público en general, y no sólo de la aristocracia. El encanto exótico de los Ballets Rusos, tuvo efecto en los pintores fauvistas y el recién nacido estilo art déco.

Quizás el compositor que colaboró más notablemente con Diaghilev fue Ígor Stravinski. El empresario quedó impresionado con algunas de sus primeras obras orquestales, como 'Fireworks' y 'Scherzo Fantastique', lo cual lo llevó a pedir a Stravinski arreglos sobre piezas de Chopin para sus ballets.

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