El cantante José María Sanz, Loquillo se considera un «Frankenstein» de todas las personas que ha conocido a lo largo de su carrera y afirma que la música ha sido para él una «escuela de aprendizaje personal». «Puedo estar alternando con un ministro, pero el padrino de mi hijo es un miembro del grupo Los Ángeles del Infierno», comentó durante su participación en el encuentro Tres generaciones de música pop española, de los cursos de verano de la Universidad de Málaga, informa Efe.

El cantante, que se encuentra en plena gira por España, dijohaciendo honor a sus letras que el rock and roll es «una actitud y no un sonido, una manera de entender la vida, de ser audaz y de abrir un camino que no han abierto otros», por lo que tiene que ser «vampiro, chupóptero, abrir puertas y coger elementos de otros estilos».

Para Loquillo, los tiempos actuales son «duros para la música», reclamó una ley de mecenazgo y que un creador tenga una seguridad de por vida y aludió al IVA, asegurando que, en su opinión, «es mentira que se hayan bajado los CD un 21%». Además, criticó la «masificación» y la «burbuja» en la que se encuentran los festivales de rock, donde en muchos casos la música es lo de menos. «Cada cierto tiempo hay que hacer una limpia; se van a quedar los festivales que apuesten por nuevos talentos y por cosas muy concretas, y el resto van a desaparecer», manifestó. En el curso hizo un repaso de su trayectoria, en la que ha jugado un papel relevante el compositor Sabino Méndez, autor de Cadillac Solitario, al que junto a Jaime Urrutia, calificó como los «mejores compositores de largo de España», no sólo por lo que ambos «han significado, sino por lo que han aguantado el paso del tiempo».

También se refirió a otro de sus compositores, Gabriel Sopeña, al que calificó como una «tabla de salvación» a la que se agarró «para no acabar con la etiqueta de rock and roll star y con el cerebro fundido», y destacó su importancia para llevar la poesía contemporánea al rock, algo que fue «una verdadera revolución», en su opinión.

La provocación forma parte de su forma de ser: «La última vez que fui a la Universidad fue porque me dedicaba al tráfico a pequeña escala», dijo, y recordó que durante su época con los Trogloditas causaban destrozos en hoteles y se alimentaban de «sustancias no permitidas».

Por último, Loquillo salió del paso de los comentarios que lo han relacionado con el partido Ciudadanos al afirmar que la última vez que militó políticamente «fue con Los Verdes de Mendiluce», y «después de esa frustración pensé dedicarme a lo mío», admitió.