El músico norteamericano Scott McLain se ha alzado como ganador de la última edición del concurso local Música Propia by Planneo de la Cadena Ser, que inició su andadura hace cuatro años de la mano del periodista Ramón Medina y tiene como objetivo animar a los jóvenes compositores populares a mitigar esa laxitud versionil que puebla los escenarios y que hace peligrar la esencia de la música de autor. McLain, que competía en la final con los grupos Sarabanda y Niño Bravo (segundo y tercer premio, respectivamente) lleva once años residiendo en Córdoba formando parte del grupo D. Donnier & His Bones y ahora colabora con otros músicos, con los que ha formado su propia banda, Los Cabales. Comenzó a estudiar piano a los siete años, pero también se atreve con la armónica o la guitarra. Sus primeras canciones se reúnen en el disco titulado Multitudes, producido por su admirado amigo y guitarrista Nacho Papote Pérez, con quien prepara nuevo material.

-¿Qué considera que aporta ganar este concurso?

-Sobre todo, es la prueba de que el público, la gente en general, sigue valorando la buena música, bien hecha. Las buenas ideas bien producidas siguen gustando. Y, por supuesto, darlas a conocer supone otro paso adelante.

-¿Cómo definiría su música? ¿Qué cree que la distingue de otras y a qué tipo de público va dirigida?

-Diría que hacemos rock con un toque country. Casi siempre tengo ese acento al cantar porque reconozco que es uno de los estilos que más me han influido. Por eso creo que puede gustar a un amplio abanico de público, ya que tiene los ingredientes para que la pueda valorar desde un millennial a una persona de más edad que ame la música de los años setenta u ochenta. En definitiva, a todo el que aprecie un buen espectáculo musical.

-¿Cómo ve el futuro de la música en general? ¿Y el suyo?

-Quiero ser optimista. Creo que la tendencia es dar más importancia al directo y a la presencia en las redes. Es la evolución, si bien, la música popular siempre existirá, por propia definición. Siempre se basará en eso precisamente, y en el espectáculo. Aunque la pandemia ha frenado a toda la cultura en general, creo que habrá una recuperación que nivele y ponga las cosas en su sitio. Por otra parte, yo no tengo claro querer vivir de la música. Es muy difícil, y en España más. De momento, quiero tocar, planear giras y hacer las cosas bien para que te recuerden. Hay que intentarlo, si no lo haces, nunca sabrás si habría funcionado.

-¿Y el presente, en cuanto a creatividad, estilos y momento actual?

-En los sucesivos presentes musicales siempre hubo críticas a una supuesta crisis de creatividad. Es un proceso que se repite una y otra vez. Así como el rock and roll nació como una música del diablo, ahora el reggaetón es criticado por su aparente, y quizás cierta, falta de creatividad, pero no olvidemos que el propósito principal de la música popular siempre fue enganchar a los jóvenes para bailar. Aparte de eso, personalmente también puedo decir que hay músicas en la actualidad que quizás no merecerían estar triunfando en el mercado.

-¿Cómo ve el panorama musical aquí, en Córdoba?

-Llevo ya once años aquí ligado a la música. Llegué con la intención de integrarme y profundizar en factores como el idioma, y desde el primer momento pude observar el gran talento y nivel de los músicos populares cordobeses. Por tanto, me siento afortunado de poder trabajar hoy con los músicos que lo hago .