El cineasta estadounidense Martin Scorsese fue galardonado ayer con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2018 en reconocimiento a una «figura indiscutible del cine contemporáneo», a más de una veintena de películas que ya forman parte de la historia del séptimo arte y a una intensa labor para recuperar el patrimonio cinematográfico en todo el mundo. El jurado encargado de fallar el galardón también ha reconocido que este director, guionista, actor y productor «se mantiene actualmente en plena actividad, aunando en su obra, con maestría, innovación y clasicismo». Su candidatura, propuesta por el director del Festival de Cine Europeo de Sevilla, José Luis Cienfuegos, se impuso por amplia mayoría a otras destacadas del campo de la música, como la del compositor italiano Ennio Morricone, informa Efe.

El director de Toro salvaje, Casino, Taxi driver y Uno de los nuestros, ganador de un Oscar entre otros muchos premios, se suma así a la nómina de cineastas reconocidos con el Princesa de las Artes, el último de ellos, su amigo Francis Ford Coppola, que lo obtuvo en el 2015, además del austríaco Michael Haneke (2013), Woody Allen (2002) o Luis García Berlanga (1986). Hijo de inmigrantes italianos, este neoyorquino debutó en el cine en 1968 con ¿Quién llama a mi puerta?, largometraje al que siguieron otros que ya forman parte de la historia del cine, como Taxi driver, con la que obtuvo la Palma de Oro de Cannes en 1976, un año antes de que filmase el reconocido musical New York, New York con Liza Minelli.

Scorsese se situó entonces como uno de los creadores cinematográficos más destacados del movimiento surgido en la década de los setenta denominado Nuevo Hollywood, junto a otros grandes cineastas como Coppola, George Lucas o Steven Spielberg.

En la siguiente década rodó algunos de sus títulos más conocidos, como Toro salvaje o la polémica La última tentación de Cristo y, ya en 1990, Uno de los nuestros, con la que consiguió el León de Plata de Venecia a mejor director, cinco años antes de estrenar Casino, protagonizado por Robert de Niro, uno de sus actores fetiche, al igual que Leonardo DiCaprio.

Éste último protagonizó Gangs of New York a comienzos del siglo XXI, al igual que Infiltrados, un drama de policías y mafiosos que rodó en 2006 y con el que consiguió por fin un Óscar al mejor director, y Shutter Island (2010), que arrasó en la taquilla norteamericana. Tras rodar Silencio (2016), tiene actualmente en cartera proyectos como una historia sobre el sindicalista estadounidense Jimmy Hoffa y en un par de semanas recibirá un homenaje en el Festival de Cannes por haber marcado la historia del cine y por su labor en la recuperación de películas, ya que Scorsese destina buena parte de su tiempo y dinero a restaurar viejas cintas, a distribuir cine clásico y a divulgar el patrimonio cinematográfico mundial.

De hecho, a través de sus fundaciones ha restaurado más de 800 películas clásicas y colabora en la restauración y conservación de medio centenar de películas africanas. Casado cinco veces y con un pasado no exento de problemas con las drogas, Scorsese también trabajó como actor para otros directores, pero también en algunas de sus películas, como El rey de la comedia. Apasionado lector, catorce de sus películas son adaptaciones de obras literarias, como El lobo de Wall Street o El cabo del miedo, filme con el que se adentró en el género del terror.