El autor, dramaturgo y director Salvador Távora (Sevilla, 1934) fue galardonado ayer por el comité organizador de los Premios Max de las Artes Escénicas con su Premio Max de Honor 2017, que le ha sido otorgado por unanimidad «por ser una figura clave en la historia de las artes escénicas». El comité resaltó en su fallo su amplia y transgresora trayectoria, su compromiso social y su implicación con el hecho teatral, según informó en un comunicado la Fundación SGAE, que convoca los premios.

El director recibirá el galardón el próximo 5 de junio durante la ceremonia de entrega de la vigésima edición de los premios. Távora, señala el comunicado, es una «figura clave en la historia de las artes escénicas», de «vasta y transgresora trayectoria» y «compromiso social e implicación con el hecho teatral». «Mi teatro tiende más a la tragedia que a la comedia. Son vivencias, de las que he sacado una experiencia que por la vía del arte he convertido en comunicación, en teatro, pero entendiéndolo como emoción y como verdad», señala en la nota el premiado, que agradece el reconocimiento porque es la «compensación» a todo su trabajo.

El galardonado, con una trayectoria en los escenarios de más de cuatro décadas, trabajó como mecánico de una fábrica de tejidos y fue torero. Su concepto del flamenco y su función social derivaron «en una gran versatilidad» como autor, dramaturgo, actor y director, «uno de los más influyentes en la escena andaluza e internacional desde la década de los años 70», según el comunicado. A partir de ese momento, Távora queda ligado a La Cuadra de Sevilla durante 45 años, en los que ha creado 26 obras para la compañía, que ha hecho más de 5.000 representaciones ante más de 3.000.000 de espectadores, en 35 países y 180 festivales internacionales. Entre sus trabajos más relevantes como autor y dramaturgo en La Cuadra caben destacar Los Palos (1975), Andalucía amarga (1979), Las Bacantes (1987), Identidades (1994), sus afamadas Carmen (1996) y Don Juan en los ruedos (2000), ambas aún en cartel, o las más recientes Rafael Alberti, un compromiso con el pueblo (2010) y Memoria de un caballo andaluz (2012). La consejera de Cultura, Rosa Aguilar, felicitó ayer a Távora por este reconocimiento. Durante su comparecencia ante la comisión de Cultura del Parlamento, Aguilar hizo un inciso para mostrar su «alegría» por esta distinción hacia «una figura clave de las artes escénicas» y que «significa, ni más ni menos, que la propia historia de las artes escénicas en Andalucía».