Letras, teatro, música y otras muchas propuestas esperan desde ayer a niños y adultos en la decimoquinta edición del Salón del Libro Infantil y Juvenil, que fue inaugurada en la Biblioteca Central con un programa que se retomará mañana y que rinde homenaje a la escritora Gloria Fuertes por el centenario de su nacimiento. La iniciativa contempla el desarrollo de 60 actividades en estas instalaciones.

Su presentación coincidió con la apertura de la muestra de ilustraciones originales de Miguel Calatayud para Escenarios fantásticos. El salón ha sido organizado por las delegaciones de Educación e Infancia y de Cultura, y por la Red Municipal de Bibliotecas del Ayuntamiento de Córdoba. El director de esta última, Rafael Ruiz, destacó el objetivo de «poner en el primer plano de la actualidad el libro infantil durante toda esta semana».

En estos días, el público encontrará escaparates con las novedades literarias y se realizará, a través de seminarios y coloquios, una reflexión «sobre lo que significa el mundo de libro infantil y juvenil», que ha sido dirigida, fundamentalmente, a los mediadores: padres, madres, profesores, bibliotecarios y otras personas que hacen llegar la literatura a los niños, según explicó el director de la red.

El programa incluye talleres y encuentros con autores, así como espacios lúdicos «para que todo el mundo disfrute de la literatura como fiesta», comentó, y la mayor parte de las propuestas son de entrada libre hasta completar aforo. En las actividades de la mañana, se ha concertado la asistencia de grupos escolares. De otro lado, en los seminarios, donde se abordan cuestiones como la elección de libros (realizado ayer) o la forma de contar cuentos (que se celebra mañana), hay que formular una inscripción previa y todavía quedan plazas disponibles, que se pueden solicitar en la Biblioteca Central o en el área de Educación.

Rafael Ruiz manifestó que, de acuerdo con el balance de años anteriores, el Salón del Libro Infantil y Juvenil puede recibir en torno a 3.500 personas, y recordó que las propuestas de la tarde son abiertas al público familiar.

En cuanto a la relación de los niños con la lectura, el director de la Red Municipal de Bibliotecas admitió que «no es fácil» introducirlos en este hábito, a pesar de que «la etapa más agradecida para trabajar en la lectura es la etapa infantil», porque «es donde los niños tienen más abierta la imaginación, donde tienen más ganas de hacer cosas, de participar en historias y de abrirse a nuevos mundos».

Frente a esta posibilidad, no obstante, se plantea la competencia «de la multiplicidad de oferta que tienen ahora los chiquillos, empezando en su casa, con las pantallas que tienen en consolas, ordenadores, tablets, etc.», a las que se añaden «las actividades extraescolares o las de apoyo», explicó.

Sin embargo, también hizo hincapié en que «buena parte de nuestros usuarios y esfuerzos como biblioteca van dirigidos al público infantil y es el que mejor respuesta da». Sobre la finalidad de este trabajo, comentó que «los hábitos que se consolidan son los que se crean en la infancia» y que «el lector de ahora puede ser el del futuro, ya que es más fácil crear lectores nuevos desde pequeños que no dirigirnos a adultos, que ya tienen sus hábitos consolidados, para atraerlos al mundo de la lectura, una labor que también hacemos», señaló. La Red Municipal de Bibliotecas cuenta con 12 instalaciones en la ciudad y recibe unos 400.000 visitantes anuales.