La SGAE ha denunciado ante la fiscalía provincial de Madrid un presunto fraude fiscal de evasión de impuestos cometido por algunos de sus socios, la mayoría personas jurídicas (editoriales musicales), así como los cantantes Joaquín Sabina y Pau Donés, según han confirmado fuentes jurídicas. La denuncia fue presentada el pasado miércoles por la SGAE, según un comunicado de la entidad de gestión, por «unanimidad del Consejo de Dirección» -presidido por José Ángel Hevia- con el objetivo de «salvaguardar sus intereses» tras haber tenido conocimiento de «supuestas irregularidades que afectan a personas jurídicas que son socias», aunque la entidad no ha concretado ni su contenido ni contra quién va dirigida.

Según consta en la demanda, a la que ha tenido acceso el diario El Mundo, la denuncia afectaría además de a estos músicos a otros artistas como Alejandro Sanz. El Mundo asegura en su información que los músicos se habrían ahorrado 70 millones de euros en el pago de impuestos al cobrar derechos de autor no como personas físicas sino a través de sociedades «sin personalidad jurídica propia», controladas en realidad por las multinacionales que editaban sus obras, «con Warner a la cabeza».

José Navarro Berry, representante de Joaquín Sabina, aseguró ayer que, aunque no han recibido la denuncia, cree que está provocada por una lucha de poder interna dentro de la SGAE, y ha considerado que se trata de una «puñalada trapera» del presidente de la entidad. El representante de Sabina dijo no entender la razón por la que, si la SGAE denuncia que estos artistas usaban sociedades pantalla para evitar el pago de impuestos, les ha seguido pagando por los derechos de autor.

«Esta casa se ha convertido en un nido de ladrones. Que la intervenga el Gobierno de una vez por todas», pidió Navarro. Por su parte, Pau Donés, otro de los artistas a los que afecta la denuncia, según El Mundo, se ha mostrado «estupefacto» en una carta en la que señala que el uso de sociedades para el cobro de derechos de autor denunciado por la SGAE lo «sugirió, aprobó, consensuó y practica desde hace más de 20 años» la propia entidad. «Este es un sistema de gestión y cobro de derechos de autor instrumentado y consensuado por la propia SGAE, editoriales y artistas, en total conformidad con los reglamentos que regían y rigen la entidad y en ningún caso fuera de la más absoluta legalidad fiscal», defiende Donés, quien subraya que, al hablar de artistas, se refiere a «la gran mayoría y no sólo de los que aparecerán estos días en los titulares de los medios de comunicación». En su carta, la cara visible del grupo Jarabe De Palo acusa a la dirección de «volver a meter la pata, esta vez atacando a sus propios socios», y alude a los problemas de la entidad, con «dos juntas corruptas en manos de las televisiones privadas» que la habrían «expoliado» a través de la llamada «Rueda». Donés recuerda también que la actual junta fue elegida solo «por el 0’7% de los socios» y se pone a disposición de la ley «para aclarar y resolver esta patraña que el señor Hevia y secuaces inventan».