Dentro del programa Ciudades Literarias del Centro Andaluz de las Letras, Córdoba rendirá homenaje al escritor Pablo García Baena, del que hoy se cumplen dos años de su fallecimiento, y al grupo del que formó parte, Cántico, con una ruta literaria que acercará a los lugares de la ciudad que inspiraron y formaron parte de la vida de estos autores.

Conducido por el escritor Salvador Gutiérrez Solis, según señaló ayer la delegada territorial de Cultura, Cristina Casanueva, el recorrido tendrá lugar el día 30, a partir de las 17.00 horas y partirá de la calle Parras 6, casa natal del poeta cordobés. Desde allí, el grupo, de unas 35 personas, se dirigirá al colegio López Diéguez, donde estudió García Baena y fue profesor Juan Bernier, para continuar hacia la plaza que lleva el nombre de este último, muy cerca de la iglesia de San Lorenzo, donde García Baena jugó un papel fundamental en la refundación de la cofradía.

La ruta se dirigirá hacia el Realejo, donde había un par de bodegas que frecuentaban mucho cuando se hacían llamar La peña nómada y donde hablaban sobre sus lecturas, proyectos y gustos. La plaza de la Corredera, otro entorno muy visitado por ellos, será la siguiente parada, para pasar después a la calle Lineros, donde nació Ricardo Molina y un lugar de encuentro muy frecuente del grupo. La ruta seguirá hacia la plaza del Potro y La Espartería, donde en su día estaba la Biblioteca Provincial, también muy visitada por estos creadores, continuará en el IES Luis de Góngora, donde estudiaron tres de ellos, y finaliza en el Palacio del Cine, lugar protagonista de uno de los grandes poemas de "nuestro poeta Pablo García Baena y que en gran medida resume la existencia de ese grupo literario", ha señalado Casanueva.

La delegada ha explicado que el programa Ciudades Literarias se celebra en todas las capitales andaluzas y en Córdoba consistirá en recorrer los lugares "donde se fraguó el grupo Cántico" e irá aparajedo de lecturas de poemas y explicaciones de cuáles eran sus inquietudes, convirtiendo así los espacios de la ciudad en lugares creativos que inspiraron grandes versos.

La delegada territorial de Cultura, Cristina Casanueva, presenta la ruta, ante la casa que habitó Pablo García Baena. Foto: SÁNCHEZ MORENO

Aunque muchas de las tabernas donde se reunía el grupo literario ya no existen, aun quedan rincones y puntos de referencia gracias a los cuales el público podrá entender la influencia de la ciudad en su obra. Con esta actividad, la Junta quiere poner en valor y seguir recordando la figura del poeta y del grupo Cántico, "que fue tan importante en la posguerra", ha asegurado Casanueva, que ha señalado que la idea es que esta iniciativa se prolongue en el tiempo. Para participar en esta ruta es necesario inscribirse en el correo antoniol.gines@juntadeandalucía.es

Un grupo de gestión cultural en los años 50

Establecer una ruta del grupo Cántico es complicado, porque cada uno de sus componentes -los poetas Pablo García Baena, Ricardo Molina, Julio Aumente, Juan Bernier y Mario López, y los pintores Miguel del Moral y Ginés Liébana- podría tener su propio recorrido, además de lugares y ciudades más allá de Córdoba capital (Trassierra, Puente Genil, la Costa del Sol, París, etcétera). Y como eso no es posible, además de que la actividad abarca un tiempo de, como máximo, dos horas, el escritor Salvador Gutiérrez Solis ha tratado se simplificar creando una ruta asequible dentro de ese horario con el objetivo de que todos los que asistan acaben el recorrido con una noción clara de lo que fue y representó Cántico tanto en su época, los finales de los años 40 y la década de los 50 del pasado siglo, como en el futuro.

Así, el autor ha acudido a la su novela Sentimiento cautivo, donde hace un homenaje al grupo Cántico emocional e intimo que ahora plasmará en parte sobre las calles de la ciudad, ya que la vida de este escritor, de alguna manera, está unida a algunos miembros del grupo literario desde que tiene memoria. «Nací a pocos metros de casa natal de García Baena, y estudié en su mismo colegio, el López Diéguez, donde lo conocí cuando era muy pequeño», rememora Gutiérrez Solis, que también recuerda que conoció, siendo muy niño, a Juan Bernier cuando fue a visitar las obras de la plaza que ahora lleva su nombre.

Todas estas vivencias han llevado al escritor a establecer una ruta de lugares esenciales en la definición del grupo Cántico, como La Corredera, la calle Lineros o La Espartería, para finalizar el recorrido en el Palacio del Cine, a lo que dedicó un poema García Baena, «que esconde una historia que representa de una forma muy nítida lo que representó Cántico». Para este escritor, este grupo literario estaba conformado por una serie de personas «a quien unía la inquietud cultural y artística y vivían en una ciudad absolutamente provinciana donde nunca pasaba nada». También pone de relieve Gutiérrez Solis que Cántico, además de reunir a grandísimos creadores, era un grupo de gestión cultural, ya que en ese tiempo querían hacer revistas literarias, discoforum, representaciones teatrales, etcétera. «Hay que darle un gran reconocimiento a ese activismo vital y cultural que tuvieron todos sus miembros», concluye.