El proyecto de transformación de 530 viviendas en el barrio Grand Parc de Burdeos (Francia) ha ganado este miércoles el Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea Mies van der Rohe. Entre los cinco finalistas se encontraba el Palacio de Congresos y Auditorio de Plasencia (Cáceres), además de la galería Terrassenhaus de Berlín, el centro psiquiátrico PC Cáritas de Melle (Bélgica) y la plaza Skanderbeg de Tirana. Durante el acto que presidió en Bruselas el jefe de la Dirección General de Educación y Cultura de la Comisión Europea, Tamas Szucs, también se anunció el ganador del Premio Arquitectura Emergente de la UE, otorgado a un comedor escolar en Montbrun-Bocage (sur de Francia). Los proyectos galardonados fueron seleccionados de una lista de 383 candidaturas procedentes de 33 países europeos.

La presidenta del jurado, la arquitecta danesa Dorte Mandrup, destacó el valor del proyecto del Grand Parc por su "adaptabilidad", y por ser una obra "extremadamente radical" y de "transformación total" destinada a la creación de viviendas sociales. En un comunicado, la Comisión Europea destacó "la renovación innovadora de tres grandes edificios " que ha permitido a todas las viviendas "ganar en espacio, luz y confort" gracias a la ampliación de la fachada. El proyecto ganador es obra de los despachos de arquitectos Lacaton & Vassal, Frédéric Druot y Christophe Hutin. La ceremonia de entrega de los premios tendrá lugar en el Pabellón Mies van der Rohe de Barcelona el próximo 7 de mayo. La dotación del premio, 60.000 euros, la cofinancian la Comisión Europea y la Fundación Mies van der Rohe.

ELOGIOS A PLASENCIA

Respecto al Palacio de Congresos y Auditorio de Plasencia, diseñado por los arquitectos Lucía Cano y José Selgas, Mandrup explicó que se trata de "una expresión artística muy radical, original y personal compuesta de una manera muy talentosa". Además, destacó el sentimiento de "libertad" y "democracia" que refleja la obra, ya que "todo el mundo es bienvenido y tiene el derecho a mirar en su interior". También destacó la "impresionante" estructura luminosa del edificio que parece flotar en el aire y el "gran contraste" entre el paisaje y la obra, que en su opinión no se produce de manera "tensa" sino "feliz".