Mariano de Cavia, que aún da nombre a un premio periodístico, y Alejandro Sawa, trasunto del protagonista de Luces de bohemia, forman parte junto con Joaquín Dicenta y Luis Bonafoux de una generación de «raros y olvidados» que fue dada a conocer en 1888 en Gente nueva, que ahora se reedita. Hasta 19 semblanzas de escritores reunió el precoz crítico literario Luis París cuando, con 23 años de edad, las publicó con el subtítulo Crítica inductiva, en su libro Gente nueva, que en 1888 dio cuenta de la que se convertiría en la generación literaria más olvidada y desconocida, según Jesús Rubio, catedrático de Literatura Española de la Universidad de Zaragoza. La idea era deudora del crítico Charles Augustin Sainte-Beuve, que basaba sus juicios en la observación directa de los círculos literarios más pujantes.