Una cola que daba la vuelta a Los Califas esperaba ayer la actuación de los míticos Kiss. Un ambiente peculiar, lleno de camisetas de la banda principal de la noche, pero también de Led Zeppelin o los Red Hot Chilly Peppers. Mucha falda de cuadros, caras pintadas, pelos teñidos y caña, mucha caña. Y muchas cañas en la mano. La procedencia de los fans variaba desde Córdoba a Rusia, allí donde ahora se disputa el Mundial de fútbol. «Vengo al concierto y me vuelvo», aseguró un fan ruso. Madrid, Cádiz, Granada… y todo para presenciar el espectáculo de uno de los grupos de música rock más míticos del momento.

«¿Que por qué me gustan los Kiss? Es como si me preguntan que por qué me gustan los Rolling. Son leyenda», afirmaba una joven. Mientras, su amiga explicaba que la pasión por los Kiss le había llegado de generación en generación. Primero su abuelo, luego su padre y ahora ella. «Me gusta el estilo, el sonido de los 80», relataba otro joven mientras un hombre que escuchaba al lado se inmiscuía para subrayar que «es el mejor espectáculo de rock and roll del planeta». En cuanto al espectáculo, un hombre emocionado junto a su familia decía: «Lo mejor es la puesta en escena, son muy teatreros. Me gusta el rollo de las plataformas, los fuegos artificiales, que escupen sangre. El espectáculo magnifica su música».

Pero el show, a pesar de tener como principal protagonista a los Kiss, contaba con una sorpresa estrella: Mago de Oz actuaba como telonero y, a pesar de que la mayoría de las entradas se comprasen sin saber quién actuaría en la previa a los Kiss, que haya sido este famoso grupo no ha sentado mal al espectador. Incluso muchos, sobre todo lo más jóvenes, se sentían casi tan entusiasmados por ver a Mago de Oz como a los propios Kiss. «Son conciertos que hay que vivirlos», aseguraba una mujer a las puertas de la entrada a Los Califas. Y no solo eso, también sus colas kilométricas respectivas y la fiesta posterior. Pero cuando se trata de Kiss, seguro que más de uno desearía gritarles ese I was made for lovin’ you.