La intervención del poeta escocés Robin Robertson ha sido uno de los platos fuertes de esta edición de Cosmopoética, que también ha propuesto en la jornada de este viernes en la Sala Orive las lecturas poéticas de la escritora austriaca Sara Torres, la eslovaca Katarína Kucbelová y la checa Katerina Rudcenkova. La jornada también ha tenido un broche de oro excepcional con la intervención de Soleá Morente junto a Prado Negro, para finalizar la velada con el grupo The Aspidistras, que ha presentado en el Golden Club un repertorio compuesto por lo mejor del punk de los años 70 de los lados del Atlántico, no en vano la presente edición del festival de versos está dedicada al Reino Unido. Robertson centró su intervención en su último libro, The long take, una obra con la que ha sido finalista del Man Brooker Prize y que ha marcado un punto de inflexión en su carrera, al adentrarse casi en la narrativa para contar la épica de un veterano de la segunda guerra mundial en Estados Unidos, mostrando un país en la cima de su poder. Aunque sobre el escenario de la Sala Orive, que compartió con Sara Torres, también hizo un recorrido por sus primeros poemas. Pero antes mantuvo un encuentro con los periodistas en el que dio algunas claves de su proceso creativo, de su visión de la Norteamérica actual y del Brexit, entre otros temas.

La poeta eslovaca Katarína Kucbelová y la checa Katerina Rudcenkova. FOTO. CÓRDOBA

Centrado en el contenido de The long Take, el autor ha reconocido que después de haber publicado cinco colecciones de poemas, llegó un momento en que "pensé en un cierto de cambio de dirección" y decidió "revisitar” un momento de su vida, el de su recorrido por las grandes ciudades de Estados Unidos, lo que tuvo un efecto "perturbador" que quiso reflejar en este largo libro. El autor ha asegurado que "quería escribir sobre un momento histórico importante", tomando el punto de vista del "exiliado, del que está fuera”, por lo que eligió el escenario de la posguerra en Estados Unidos y la historia de un soldado que regresa a su tierra pensando que iba a ser recibido como héroe y terminó siendo rechazado.

"Era un episodio interesante en la historia de Norteamérica en su momento de más supremacía, no solo económico, sino en la música y en el cine", ha subrayado el autor, que también ha reconocido "que era una época en la que el rumbo empieza a cambiar". Por otro lado, Robertson ha confesado que este último libro le ha dejado "con el armario vacío". “Hubo un proceso de preparación, de investigación, ver películas, leer libros y hasta tuve que informarme de la planificación urbana de Los Ángeles", y cuando llegó el momento de escribir "no pensaba que iba a ser tan largo", aunque, incluso, "iba encontrando sitio para textos con más de treinta años", ha proseguido el autor, que ha mostrado su sorpresa porque "algunos han calificado el libro como una novela". A pesar de costarle “mucha energía emocional y física, ha sido un proceso muy satisfactorio", ha dicho el autor, que sigue pensando que es "un poema narrativo en el que se entra con facilidad" con el que ha visto recompensado su esfuerzo con varios reconocimientos.

Y, según ha asegurado Robertson, este poema narrativo histórico tiene ecos de la contemporaneidad y en las notas añadidas se menciona a Donald Trump. "El poema recoge el camino que Estados Unidos ha ido siguiendo en los últimos 50 años, cuando se abren fisuras y empiezan procesos que indican que la sociedad estaba a punto de romperse, y tras una guerra vino otra", ha continuado el escocés, que se ha mostrado "encantado e impresionado" con la ciudad y con el encuentro de versos.

Aunque no esperaba hablar del Brexit, ha reconocido que es un tema lo suficientemente actual como para evitarlo. "Para mí es una catástrofe" igual que “el ascenso de la derecha en Europa", algo que "me aterroriza y no llego a entender". "Siempre estuve de acuerdo con la unión de Gran Bretaña, pero ahora me inclino a pensar en una Escocia independiente, pero como parte de la Unión Europea, que , "a pesar de no ser perfecta, es mucho mejor que una Europa fracturada y dividida", ha concluido el autor.

VELADA MUSICAL

Y tras los versos llegados de Europa, la Sala Orive ha recibido a la cantante e intérprete Soleá Morente, que ha expuesto en crudo su universo poético junto a Prado Negro, un nuevo proyecto de un grupo de artistas que nace con la intención de recuperar y reivindicar la literatura como principal fuente de inspiración. Así, se han reinterpretado poemas de José Ángel Valente o María Zambrano, combinado sonidos con una producción cuidada y detallista. El broche musical de la velada se trasladó a la sala Golden Club, donde la banda The Aspidistras dio rienda suelta a un repertorio basado en los grandes temas de punk de los años 70. Con un directo potente, fresco y sin pretensiones, el grupo quiso recordar ese ambiente punk e irreverente.

Actuación de Soleá Morente y Prado Negro. FOTO: CÓRDOBA