El cuadro La niña de las naranjas , también conocido como La niña de la calle Armas , obra del pintor cordobés Julio Romero de Torres, fue adquirida anoche por la empresa cordobesa Prasa por 293.000 euros, comisiones e impuestos incluidos, según pudo saber CORDOBA de fuentes cercanas a la firma.

La subasta tuvo lugar en Madrid, en la sala Fernando Durán, donde llegó a alcanzar un remate de 250.000 euros. La obra, que partió con un precio de salida de 190.000 euros, fue, finalmente, adjudicada tras varias pujas incrementando su valor económico en más de 60.000 euros.

Según ha podido saber CORDOBA, de fuentes próximas al nuevo propietario, el cuadro fue adquirido por un representante de la firma cordobesa Prasa que ya cuenta con casi una decena de obras, adquiridas por este mismo procedimiento. Esto supone que el cuadro vuelve a la ciudad natal de su autor.

Este mismo cuadro fue subastado hace justamente un año en Montevideo donde se remató en la subasta con un precio de 90.000 dólares y una cifra de salida de 8.000 dólores. En sólo doce meses, el valor de la obra de Julio Romero casi se ha triplicado. Este hecho pone de manifiesto la alta cotización alcanzada por la producción artística del maestro cordobés y el interés que despierta en los galeristas, instituciones y coleccionistas particulares. En aquella ocasión, el Ayuntamiento de Córdoba se personó como licitador, aunque se tuvo que retirar al superarse el límite económico de 80.000 dólares establecido por la institución municipal de acuerdo con sus posibilidades financieras.

La obra, que regresará a Córdoba en los próximos días, es un óleo y temple sobre lienzo de 94x75,7 centímetros. Representa a una mujer joven sentada en actitud pensativa mientras sujeta un plato con naranjas. El cuadro aparece firmado por su autor en el reverso de la obra donde figuran nombres y apellidos de Julio Romero de Torres de su puño y letra, mientras que los elementos empleados en la composición de la obra se reseñan en el bastidor. La Niña de la calle Armas introduce elementos compositivos mixtos entre el bodegón y la figura humana, lo que constituye una originalidad del pintor, que ya lo ha utilizado en otras obras mucho más conocidas, nacidas, igualmente, de su paleta. Naranjas y limones y La Niña de los Limones .

En la obra subastada anoche, el interés radica más en el fondo que en el primer plano donde figura una joven desconocida, que no guarda relación alguna con las habituales modelos extraídas del mundo del arte y de la vida social de su época. Según ha manifestado a este periódico la directora del Museo Julio Romero, en Córdoba, Mercedes Valverde, la calle que aparece es un lugar cordobés. Realizado con trazos rápidos, la maestría del pintor le ha permitido crear un ambiente propio de una zona de lupanares cuya evidencia es perceptible por el aspecto y la presencia de mujeres apoyadas en los quicios en acctitud peculiar.