El rap desbordó ayer el penúltima día de Cosmopoética, jornada a la que se invitó al rapero Nach para recitar poemas de su libro Hambriento, y se rindió homenaje a la también rapera adamuceña, repentinamente fallecida en marzo de este año, Gata Catanna. Pero antes de llegar a la noche, el festival poético cordobés tuvo una cita en la Sala Orive con los ganadores del concurso Tintas para la vida, donde los versos hablan de generosidad, trasplantes y vida gracias a un certamen convocado por el Hospital Reina Sofía con el propósito de continuar difundiendo entre los sectores más jóvenes de la sociedad la importancia de la donación. En su décimo cuarta edición, Cosmopoética volvió a acoger este recital, que contó con la participación de alumnos y docentes de diferentes colegios públicos.

La poesía llegó también ayer al Mercado Huerta de la Reina y al homenaje que se está ofreciendo a Ricardo Molina en distintos centros educativos y que ayer recaló en IES Séneca con Rosa Romojaro. En el apartado La Voz de los poetas, participaron Concha García, Manuel Lara Cantizani y José Luis Amara, en la primera sesión, mientras que en la segunda leyeron poemas Carmen García de la Cueva e Itzíar López Guil.

A la caída de la tarde llegaron los primeros sonidos mezclados con versos en el encuentro con el rapero Nach donde, una vez más, la improvisación sorprendió a los asistentes, que fueron tan numerosos que la organización colocó una pantalla gigante en el exterior de la Sala Orive para que nadie se perdiera, no solo el recital de poesía, sino el recorrido musical que ofreció junto al pianista David Catalá. Así, los poemas de su primer libro, Hambriento, se fusionaron con los sonidos de las teclas del piano, aunque también hubo tiempo para hacer un recorrido por la historia de sus letras. «Frente a lo que dicen muchas veces los puristas, agradezco a Nach que se haya tomado en serio la voluntad de publicar poesía. Estamos en un momento en el que los cantantes tienen más importancia social que los poetas y lo que supone su llegada a la poesía es el engrandecimiento del género», dijo Luis García Montero sobre el libro de Nach.

El camino poético del día tenía una importante cita, después de la fiesta rapera en la Sala Orive, en el Teatro Cómico Principal. En ese escenario se reunieron familiares, amigos y seguidores de Gata Cattana (Ana Isabel García) para recordar y homenajear a esta poeta de la música que falleció repentinamente en el mes de marzo a los 25 años. Entre lágrimas y sonrisas se fueron sucediendo intervenciones que comenzaron con la de Antonio Díez, prologuista del poemario de Ana Isabel, La Escala de Mohs, que habló de su figura tanto profesional como personalmente, y recitó algunos de los poemas que dejó para la eternidad. También participó Bucaneroestilo (dj), amigo de Ana, que, con la música como medio, intentó reflejar quién era Ana a través de sus declaraciones, recitados y raps.

Para terminar, Clásiko & Klayt pusieron la nota de rap a este homenaje, interpretando, entre otras canciones, el tema que dedicaron a la actitud guerrera que emanaba Ana, de la que hoy sale a la venta un disco póstumo. La emotividad reinó en el ambiente, aunque la alegría superó a la tristeza al recordar a esta «rapeadora de noche, poetisa de día y politóloga a ratos», según señalaron los que la conocían bien. Hoy el recuerdo será para el poeta y director de la pasada edición de Cosmopética, Nacho Montoto, también fallecido repentinamente este año en plena juventud.