Plácido Domingo volverá a subir este miércoles al escenario de la Metropolitan Opera de Nueva York, quizás el más prestigioso de los templos operísticos de Estados Unidos. Un teatro que conoce como la palma de su mano, tras haber interpretado allí más de medio centenar de papeles en 650 funciones desde su debut en el Met en 1968, una larga historia de amor que la institución celebró el pasado mes de noviembre con un homenaje al tenor español. Pero este no será un concierto más. Será la primera vez que Plácido suba a un escenario estadounidense desde que una veintena de mujeres le acusaran de acoso sexual en dos artículos publicados por Associated Press que han ensombrecido su reputación y han dividido al mundo de la ópera. Todas las entradas están vendidas para el estreno.

Domingo interpretará al Macbeth de Verdi jMacbethunto a la soprano rusa Anna Netrebko, en un concierto que servirá para comprobar la reacción del público al escándalo. Un escándalo que ha puesto también a la dirección del Met en una situación delicada. El pasado sábado su director general, Peter Gelb, se reunió con la orquesta y el coro para explicarles los motivos por los que se ha decidido mantener las actuaciones del español, que también está previsto que participe en noviembre en Madama Butterfly de Puccini. Según publica NPR, Gelf les dijo que las acusaciones contra el tenor no han sido corroboradas por otros medios, más allá de lo que publicó AP, y que todas ellas, menos dos, se realizaron de forma anónima. "Teniendo en cuenta que hasta ahora no hay pruebas corroboradas contra Domingo, el Met cree que es justo y correcto esperar hasta que concluyan las investigaciones", dijo la institución en un comunicado.

Las acusaciones contra el tenor están siendo investigadas por la Ópera de Los Ángeles, donde Domingo ejerce de director general, y por el Gremio Americano de Artistas Musicales. Este sindicato, que representa a miles de artistas y empleados del sector, lanzó a principios de mes sus propias pesquisas tras poner en duda que la investigación angelina vaya a hacerse pública.

Las explicaciones del Met respondieron aparentemente a la disconformidad que la actuación del cantante ha generado entre algunos de sus empleados. Una decepción aireada ese mismo sábado en otro artículo de NPR. "Todo el mundo sabe que Domingo es un mujeriego y que puede ser muy persistente", dice uno de los empleados de forma anónima. Otro de ellos, un miembro de la orquesta, asegura que se cogió una baja médica para no asistir a los ensayos de Macbeth para no tener que coincidir con el madrileño. "Sentí náuseas en el foso al verlo en el escenario durante los ensayos", afirma en el artículo.

El Metropolitan ya sabe lo que es lidiar con situaciones comprometidas de semejante naturaleza. El año pasado despidió a James Levine, su director musical durante cuatro décadas, después de que fuera acusado de abuso sexual por nueve hombres. "Estando tan fresca la debacle de Levine, el Met tenía todavía más responsabilidad de demostrar que ha evolucionado", dice el músico a NPR. "Parece sin embargo que para el Met los hombres poderosos y populares están más allá de cualquier reproche".