FESTIVAL DE PIANO ´RAFAEL OROZCO´

Artista: Oscar Martín (piano)

Lugar: Conservatorio Superior de Música

Fecha: 13 de noviembre

El auditorio del Conservatorio acogió el viernes un recital del pianista Oscar Martín, en la actualidad catedrático del conservatorio hispalense, además de acreditado concertista, poseedor de una vasta formación musical y pianística y con una trayectoria digna de ser tenida muy en cuenta. Ni más ni menos que la Iberia de Albéniz fue la tarjeta de presentación en nuestra ciudad de este interesante artista. En el centenario de la muerte del compositor de Camprodón, y con el fallecimiento reciente de quien mejor representó en el mundo la música española para piano, la catalana Alicia de Larrocha, la velada que ahora comentamos tuvo ya de entrada, pues, unas resonancias muy especiales.

Pero Martín es pianista de altos vuelos, con temple más que sobrado para las grandes ocasiones y con el talento necesario para salir triunfante del envite. Y es que, con independencia de lo más o menos que cada uno pueda estar identificado con su visión del magno corpus albeniciano, de lo que no cabe duda es de que estamos ante un pianista solvente, poderoso en medios, rico en recursos musicales y con acusada personalidad musical. En efecto, no sólo demostró tener unas cualidades pianísticas excepcionales, sino, lo que es más llamativo aún, una visión muy personal de la música que interpreta.

En verdad, Oscar Martín es un pianista diferente, todo lo contrario de esos intérpretes que transitan por cánones más o menos entandarizados: su interpretación está llena de matices que trascienden la literalidad de la partitura, pero que la enriquecen sobremanera. Lo cual es particularmente reseñable, pues estamos hablando de una obra que ha dejado versiones irrepetibles, como las de Alicia de Larrocha, Esteban Sánchez y Rafael Orozco, las cuales tienen un enorme poder de influencia en quienes se acercan a Iberia. No ocurre así con Oscar Martín, quien si acaso nos haría recordar la fuerza racial y la fantasía del extremeño, así como el virtuosismo trascendente del cordobés. Tal es la magnitud de su arte interpretativo. Pero Oscar Martín es él, por encima de influencias y modas: su pianismo rebosa imaginación, exuberancia y musicalidad, de manera que cada recital suyo es una experiencia única en la que el artista lo da todo con generosidad y pasión.