TRAYECTORIA CURSO ESTUDIOS EN EL CONSERVATORIO SUPERIOR DE MUSICA RAFAEL OROZCO DE CORDOBA, AMPLIANDO SU FORMACION CON GRANDES MAESTROS FUERA DE ESPAÑA. HA SIDO PREMIADO EN NUMEROSOS CONCURSOS NACIONALES E INTERNACIONALES Y HA ACTUADO CON GRANDES ORQUESTAS

El piano es el vehículo a través del cual este joven músico cordobés despliega su amor por la música clásica y, aunque reconoce que sus gustos cambian y evolucionan con el tiempo, los grandes maestros de la historia son siempre bienvenidos a sus oídos con Bach, Beethoven y Rachmaninov a la cabeza. Especializado en repertorio romántico y contemporáneo, ha actuado en grandes auditorios españoles, además de participar en conciertos con importantes orquestas. El público cordobés tiene mañana la oportunidad de verlo en acción ante su piano en el Teatro Góngora, junto a la Joven Orquesta Filarmónica de Córdoba, dentro de la undécima edición de Festival de Piano Rafael Orozco.

--¿Qué supone para usted participar de nuevo en este festival?

--Es un privilegio, una oportunidad estupenda de poder tocar en mi ciudad, ante la gente que conozco, y además es una gran responsabilidad. Siempre lo es, pero en Córdoba aún más.

--¿Por qué ha elegido a Beethoven para este programa?

--Por varias razones. Es la primera obra que yo toqué con orquesta y me apasiona. Además se la escuché a Rafael Orozco hace muchos años y se me quedó grabado, me pareció espectacular como tocaba. Lo he hecho casi como homenaje.

--Su único disco hasta ahora está dedicado a Leonardo Balada. ¿Por qué? ¿Qué le atrajo de este autor?

--Es un compositor catalán que lleva muchos años en EEUU y es uno de los compositores más prestigiosos de música clásica contemporánea a nivel mundial. Entré en contacto con él a través de un amigo, Juan Francisco de Dios. Toqué para él hace unos años, le gustó mucho y, a partir de ahí, surgió lo de grabar su obra, que es muy directa, no es la música contemporánea a la que estamos acostumbrados, que requiere un esfuerzo intelectual demasiado grande o que el oyente sea muy entendido. Es una música que llega al que la escucha. Siempre que la he tocado, la gente ha salido entusiasmada.

--¿Cómo configura sus programas? ¿Le gustan las sorpresas, la improvisación?

--No improviso nada, soy el prototipo de pianista clásico que necesita su guión, la partitura en este caso. La estudio hasta las máximas consecuencias y trato de sacarle todo el jugo siendo lo más respetuoso con el compositor. Normalmente, siempre toco la música que me gusta, la música de la que estoy enamorado, y eso va cambiando con el tiempo, aunque siempre hay referentes fijos como Beethoven, Bach... los grandes compositores.

--Cuando un pianista está solo en el escenario con su piano, ¿percibe lo que siente el público?

--Sí. Yo intento estar muy concentrado, pero se nota cuando el público está respirando contigo, escuchas los silencios. Es como una comunión entre artista y público.

--¿Le gustaría componer su propia música?

--No estoy llamado por ese camino. No tengo ese talento. Hice una especie de banda sonora para un corto, pero nada serio.

--¿Dirigir una orquesta entra en sus aspiraciones?

--No me importaría, es algo que me atrae mucho, pero no por ahora. Prefiero centrarme en lo mío.

--¿Qué tres discos de autores clásicos se llevaría a una isla desierta?

--Algo de Rachmaninov, las sinfonías de Beethoven, por supuesto, y cualquier Bach.

--Tras estudiar en Córdoba, ha viajado por muchos países. ¿En qué situación diría que está nuestro país en cuanto a la música clásica? ¿Cree que se va generando público?

--Creo que el público se va perdiendo, se ha envejecido mucho. La música clásica sigue considerándose algo muy elitista, intelectualmente hablando, la gente la ve como una cosa ajena y se considera al músico clásico como una especie de residuo del pasado. Aunque es verdad que cuando la gente joven va a los conciertos sabiendo qué es lo que va escuchar, disfruta y se engancha.

--¿Cree que la música clásica contemporánea se desenvuelve todavía en un ambiente más minoritario?

--Sí. El problema del arte contemporáneo en general es la falta de pedagogía, de conocimiento. Y en la música es aún más difícil.

--En Córdoba se han ido creando muchas formaciones orquestales como la Orquesta Joven de Córdoba, con la que toca mañana, o la Joven Filarmonía Leo Brouwer. ¿Hay una buena cantera?

--En Córdoba ha habido grandes talentos musicales y los sigue habiendo. Estas dos orquestas son proyectos geniales y es fantástico ver gente joven con talento y entusiasmo. Su capacidad de esfuerzo es espectacular y es fundamental apoyarlas.

--No vivimos buenos tiempos para la música clásica. ¿Qué opina sobre lo que está pasando en las orquestas andaluzas?

--Lo que está pasado es una tragedia. Cuando no hay dinero, siempre se recorta en la cultura, pero la cultura es lo que hace que la gente eleve su calidad y nivel de vida. Nuestra orquesta es un valor de futuro, en muchos países las orquestas se cuidan y se miman. También es un problema acercar al público, y en este sentido los conciertos didácticos que se han venido llevando a cabo son muy importantes. Debería haber un sistema en el que se combine el patrocinio privado con la financiación pública.