La mayoría se conoce gracias a él, son amigos gracias a él y se ven cada cierto tiempo gracias a él. Son los fans de Pablo de Alborán, que en cada gira se reencuentran en todos los conciertos posibles. Y Córdoba no podía ser menos. Ayer, más de una docena de tiendas de campaña rodeaban el coso de Los Califas, donde el cantante malagueño llega hoy con la gira de su último disco, Prometo, con todas las entradas vendidas (unas 10.000). Las primeras de la cola, que están allí desde el pasado viernes 3, son un numeroso grupo de chicas llegadas de Sevilla, Alicante, Albacete, Salamanca y Córdoba. Se conocen desde el año 2014, cuando comenzaron a encontrarse en los conciertos del intérprete malagueño, y algunas de ellas han visto este espectáculo hasta en siete ocasiones, y «aún nos queda uno», dicen dos de ellas.

«Cada concierto es especial y nunca te cansas de ver a Pablo», dice la sevillana Inma, que hasta se lleva los apuntes a la acampada para seguir estudiando. Y como tienen experiencia en estas lides, la intendencia no es ningún problema: «Comemos de bocadillo, compramos en el supermercado y ya está». Y lo de la higiene lo resuelven «como pueden». «Hay muchos bares por aquí y son muy amables con nosotras», dicen.

¿Y que es lo que tiene Pablo Alborán para merecer este gran esfuerzo? «Magia», responde al unísono el grupo, que seguidamente añade: «Pablo nos une». Justo al lado, charlan animadamente Silvia, que viene de Málaga; Mari Carmen, de Madrid, y Rebeca y Alex, de Córdoba. También se conocen gracias al cantante y guardan el sitio a un grupo de amigos más amplio, algo que tienen que comunicar a los que están detrás en la cola. «Su música nos transmite mucho y queremos verlo cuanto más cerca, mejor», dicen. Para sus vecinos Laura, Paula y Alejandro, los dos últimos malagueños, esto, más que un esfuerzo, es una diversión: «Lo pasamos muy bien, vivimos una experiencia muy divertida y conoces a gente nueva».