Ayer se inauguró una magna exposición homenaje a Manolete en la sala Orive organizada por la Fusión Internacional de la Tauromaquia (FIT), empresa que rige los destinos de Los Califas y que ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Córdoba. En esta muestra, que se podrá visitar desde hoy hasta el 15 de Junio, se exhibe un material muy interesante como su despacho, el vestido de la alternativa, el capote de paseo que usó en la trágica tarde de Linares, un capote de brega firmado por el torero, el abrigo de ante y los zapatos compañeros, la cabeza del toro Gitano -con el que se presentó en México y con el que triunfó-, la mascarilla mortuoria obra de Amadeo Ruiz Olmos, varios vestidos y otros objetos personales.

Pero sobre todos ellos destaca, presidiendo la muestra, el Mercedes W 143230 del año 1939 que Manolete adquirió en 1941 y que se deshizo de él trece días antes de la fatídica tarde. El coche es una joya que ahora pertenece a Enrique Alcoba Ruiz, un gran aficionado a los coches clásicos que lo adquirió en Ávila hace dos años y lo ha sometido a una profunda restauración.

La presidencia del acto estaba formada por la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio; el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado; el teniente alcalde de Cultura, David Luque; Pilar Soria, sobrina de Manolete; Carmen Flores, hija de José Camará, apoderado de Manolete; José Coutiño, por la FIT; Celso Ortiz, presidente de la Casa del Toreo, y Rafael Centeno, presidente de la Sociedad Propietaria.

No faltaron toreros, como José María Montilla, Zurito, Fernando Tortosa, José Luis Moreno, Manuel y Francisco Sánchez Saco y miembros de peñas y asociaciones taurinas.

El turno de palabras del preámbulo lo cerró la alcaldesa, que, entre otras cosas, dijo que la ciudad puede disfrutar de esta exposición para conocer más profundamente a Manolete, del que reconoció que es un orgullo para la ciudad.